Su mejor vida ahora

Siete pasos para vivir a su máximo potencial

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By Joel Osteen

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Lo que crea de sí mismo hoy puede determinar lo que será mañana…para bien o para mal. Bajo esta premisa, el pastor Osteen reta a los cristianos en su libro Tu mejor vida ahora, a cambiar sus inseguridades por la imagen propia de Dios. Descubra las fuerzas y habilidades innatas y cómo avanzar para obtener salud, abundancia, importancia y éxito. En este libro, Osteen revela siete pasos para mejorar nuestra vida en donde se podrá vivir con alegría, paz y entusiasmo, no sólo por un día o una semana, pero por el resto de nuestra vida. Dios nos llevará a lugares donde nunca hemos pensado y empezaremos a vivir nuestra mejor vida ahora. ¿Qué nos enseña Joel Osteen en su libro? Nos muestra siete pasos que nos ayudarán a tener una vida mejor:
  • Uno: Ensanchar nuestra visión
  • Dos: Desarrollar una autoestima saludable
  • Tres: Descubrir el poder de sus pensamientos y sus palabras
  • Cuatro: Dejar ir el pasado
  • Cinco: Encontrar fortaleza en medio de la adversidad
  • Seis: Vivir para dar
  • Siete: Escoger ser feliz
Puntos claves:
  • El autor es un pastor reconocido de una de las iglesias más grandes en los EE.UU. y donde Marcos Witt es el pastor principal de la iglesia hispana de Lakewood Church
  • Está diseñado para todo aquel que quiera vivir una vida cristiana plena
  • Nos enseña a poder desarrollar nuestro potencial a toda capacidad si estamos dispuestos

Excerpt

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Su mejor vida ahora

Edición décimo aniversario

Usted seguramente me ha escuchado decir que Dios quiere llevarle a lugares a los que jamás ha soñado. Si usted tiene a Dios en primer lugar, da lo mejor de sí cada día, y da cada paso en la fe, verá la bondad de Dios manifestarse de formas novedosas. A veces el siguiente paso que Dios nos pide que demos es pequeño, pero en otras ocasiones el paso se convierte en un salto de fe. Eso fue lo que ocurrió cuando confié en Dios y decidí escribir Su mejor vida ahora.

Apenas siete años antes estaba trabajando produciendo programas de televisión para nuestra iglesia. Ni siquiera pensaba en ser pastor, mucho menos escritor. De hecho, la primera vez que se me acercaron para proponerme escribir un libro rechacé la oferta, simplemente porque no me veía como un escritor. Pero sé que Dios nos ha dado a todos promesas y potenciales que ni siquiera sabemos que tenemos. Así, más o menos un año después de haber rechazado la primera oferta para escribir un libro, surgió nuevamente la oportunidad. Esta vez, decidí confiar en Dios, dar un salto de fe y esperar que ocurrieran cosas buenas. Al ver hacia atrás en este décimo aniversario de la publicación de Su mejor vida ahora, estoy más convencido que nunca de que cuando confiamos en Dios, Él nos lleva a donde necesitamos estar. Debo admitir que fue un poco intimidante para mí. En ese momento mientras escribía este libro, me preguntaba si alguien se interesaría en leerlo. Pensaba en la vergüenza que pasaría si la editorial organizaba una reunión para autografiar ejemplares y nadie se presentaba. Tuve que repetirme una y otra vez que Dios estaba al control, ya que era mi trabajo deshacerme de todas las dudas y permanecer fiel.

Yo me quedé sorprendido cuando Su mejor vida ahora fue lanzado en el 2004 y vendió millones de ejemplares en todo el mundo, convirtiéndose en un superventas de The New York Times durante casi cien semanas. El mensaje de la bondad de Dios ha ayudado a más millones de personas que las que habríamos alcanzado si este libro no hubiera sido escrito. Me demostró, una vez más, que el sueño de Dios para nuestras vidas es mucho más grande que el nuestro; y que cuando creemos, llegamos más alto, logramos más, y vivimos nuestra mejor vida ahora.

—Joel Osteen, agosto del 2014




Introducción

“¡El futuro es tuyo!”; esa es una frase que comúnmente se les cita a los graduandos, a los empleados nuevos y a las parejas en el día de su boda. Sin embargo, nosotros sabemos que, mientras algunas personas sí viven con entusiasmo su vida y toman el control de su futuro, esta grandiosa promesa no siempre funciona para todos. ¿Por qué será? ¿Cuál es la diferencia?

Los individuos contentos, exitosos y plenamente satisfechos son aquellos que han aprendido a vivir su mejor vida ahora. Viven al máximo el momento y de esta manera mejoran su futuro, y usted puede hacer lo mismo. ¡Usted puede gozar de su mejor vida ahora, sin importar dónde se encuentre o cuáles sean los retos que esté enfrentando!

Muchas personas viven con una baja autoestima, se enfocan en lo negativo y se sienten inferiores o inadecuados, siempre están buscando una razón por la que no pueden estar contentos. Otras posponen su felicidad con pensamientos como estos:

Algún día, las cosas mejorarán en mi vida.

Algún día, me pondré al día en mi trabajo para comenzar a crear recuerdos con mi familia.

Algún día, ganaré más dinero y no tendré que preocuparme por cómo podré pagar mis cuentas.

Algún día, mejoraré mi condición física.

Algún día, tendré una mejor relación con Dios y gozaré más de su bondad.

Lamentablemente, “algún día” nunca llega. Hoy es el único día que tenemos ya que no podemos hacer nada respecto al pasado y no sabemos lo que tiene para nosotros el futuro, ¡pero podemos vivir y desarrollar todo nuestro potencial en el presente!

¡Usted descubrirá cómo hacer eso en este libro! Aquí encontrará siete pasos sencillos, y profundos, para mejorar su vida, sin importar su nivel actual de éxito o la falta del mismo. Sé que estos pasos funcionan porque han dado un tremendo resultado en las vidas de mis familiares, amigos y compañeros, así como en mi propia vida. Estoy seguro que si usted da estos pasos junto conmigo, terminará más feliz que nunca antes, viviendo con gozo, paz y entusiasmo, no sólo por un día, o una semana, ¡pero por el resto de su vida!

En Su mejor vida ahora, usted descubrirá cómo:

• Expandir su visión;

• Desarrollar una autoimagen sana;

• Descubrir el poder de sus pensamientos y palabras;

• Dejar atrás el pasado;

• Encontrar fuerza en la adversidad;

• Vivir para dar; y

• Decidir ser feliz.

En cada una de estas áreas, usted encontrará sugerencias prácticas y decisiones sencillas que le ayudarán a ser positivo en su manera de vivir y a creer que viene un mejor futuro. Posiblemente usted ha experimentado adversidad y pruebas en su pasado, o quizá ha tenido más contratiempos y dolor de lo normal, ¡pero hoy es un nuevo día! Si sigue los principios que compartiré con usted en Su mejor vida ahora, podrá vivir feliz y realizado desde hoy.

El reto que le dejaré en este libro es que deje atrás la mentalidad de derrota de “apenas puedo”, que llegue a ser lo mejor que pueda, no solamente lo normal, lo ordinario. Para hacer eso, tiene que dejar a un lado algunas de sus maneras negativas de pensar que le están deteniendo, y tiene que expandir su visión, viéndose haciendo más, disfrutando de más, siendo más. Mi amigo, eso es lo que quiere decir vivir su mejor vida ahora.

¿Está preparado para ser desarrollado a su máxima potencial? ¡Comencemos! ¡Es hora de comenzar a vivir su mejor vida ahora!




· PARTE 1 ·

Expanda su visión




CAPÍTULO 1

Expanda su visión

Escuché la historia de un hombre que tomó vacaciones con su esposa en Hawái. Era una persona buena que había logrado algo de éxito, pero ya no se sentía motivado a esforzarse ya que pensaba que había llegado a sus límites. Un día, un amigo paseaba a la pareja por la isla, mostrándoles los puntos de interés. Se detuvieron frente a una hermosa casa construida en la cima de una colina y la veían con admiración. La propiedad estaba repleta de frondosas palmeras y preciosos jardines colocados en un local pintoresco y pacífico con una vista panorámica del océano.

Al contemplar esta magnífica casa, el hombre les comentó a su esposa y a su amigo: “No me puedo imaginar lo que sería vivir en un lugar así”.

En ese instante, escuchó una voz en su interior que decía: No te preocupes. Nunca lo lograrás. Nunca vivirás en un lugar como ese.

Sorprendido por sus propios pensamientos, se preguntó: ¿Qué quieres decir con eso?

Mientras no te lo puedas imaginar, mientras no lo puedas visualizar, no te sucederá a ti. El hombre reconoció, con acierto, que sus propios pensamientos y actitudes lo estaban condenando a la mediocridad. Determinó en su corazón en ese mismo momento creer más en sí mismo, y creerle más a Dios.

Es igual para nosotros. Si pensamos recibir algo en el exterior, tenemos que concebirlo antes en nuestro interior. Si no piensa poder poseer algo bueno, entonces nunca lo hará. El obstáculo está en su mente. A Dios no le faltan los recursos, ni a usted le faltan los talentos, para lograr que usted prospere. Su manera errónea de pensar es lo que puede detenerle de recibir lo mejor de Dios.

Su manera errónea de pensar puede detenerle de recibir lo mejor de Dios.

Quizá también usted ha asumido que ya ha llegado a la cima, que ha llegado a los límites de su vida, que nunca tendrá más éxito. Nunca lograré ser importante, ni haré algo significativo o disfrutaré las cosas buenas de la vida como he visto que otras personas las disfrutan.

Tristemente, tiene toda la razón… a menos que esté dispuesto a cambiar su forma de pensar. Por eso, el primer paso hacia vivir a su máximo potencial es expandir su visión. Para vivir su mejor vida ahora, tiene que ver la vida a través de los ojos de la fe, verse siendo elevado a niveles más altos. Visualice que su negocio crece. Visualice que su matrimonio es restaurado. Visualice que su familia es prosperada. Visualice que sus sueños se cumplen. Para experimentar algo en el futuro, primero tiene que concebirlo y después creer que es posible.

Para concebirlo, es necesario que tenga una idea bien clara en su interior de la clase de vida que desea gozar en el exterior. Esta imagen tiene que llegar a ser parte de usted, parte integral de sus pensamientos, de su conversación, tiene que estar muy adentro en su mente subconsciente, en sus acciones, en cada parte de su ser.

Visualice su éxito

Tara Holland había soñado con ser Miss América desde muy pequeña. En 1994, compitió para ser Miss Florida y ganó el segundo lugar. Ella decidió intentarlo de nuevo el año siguiente. Concursó para el mismo título, y de nuevo ganó el segundo lugar. Tara estuvo tentada a desanimarse, pero no hizo eso. Mantuvo la mirada sobre su meta.

Decidió que lo que necesitaba era un cambio de ambiente, así que se mudó a Kansas, y en 1997, entró a la competencia de Miss Kansas y ganó. Ese mismo año recibió la corona y el título de Miss América. Tara Holland logró ver que su sueño se cumpliera.

En una entrevista después de la competencia, alguien le preguntó cuál era el secreto de su éxito. Ella confesó que después de haber perdido en dos ocasiones la competencia en el ámbito estatal, había pensado en darse por vencida, pero en lugar de eso salió y alquiló todas las videocintas que pudo sobre las competencias de belleza locales, estatales, nacionales y mundiales. Alquiló cientos de vídeos de varias competencias de belleza y las vio una y otra vez.

Conforme Tara veía la coronación de cada señorita, ella se visualizaba en la misma circunstancia. Se imaginaba recibiendo la corona. Se imaginaba caminando en victoria por la pasarela. Vez tras vez se visualizó ganando. Tara dijo que haberse visualizado como una ganadora era el secreto de su éxito.

Otro reportero le preguntó si se había sentido nerviosa al caminar por la pasarela por primera ocasión ante millones de televidentes con la famosa canción lema de la competencia de Miss América tocando en el fondo.

La respuesta de Tara fue interesante: “No, no sentí nada de nervios. Verá, yo había caminado a lo largo de esa pasarela miles de veces antes”.

¿Alguna vez ha caminado por esa pasarela? ¿Alguna vez se ha visto cumpliendo sus sueños? ¿Mantiene esa visión de victoria delante de usted? Tara Holland sabía que ella nunca sería una ganadora si antes no se veía a sí misma como una. Tuvo que reprogramar su mente y dejar atrás lo más posible los recuerdos dolorosos de lo que era perder. Tuvo que remover de su mente la visión de ella misma como la Miss Segundo Lugar. Tuvo que desarrollar una actitud que le dijera que sí lo podía lograr. Ella se imaginó subiendo a la plataforma de ganadoras. Se imaginó caminando victoriosa por la pasarela. Creó un ambiente de fe y éxito.

Lo que mantiene ante sus ojos le afectará. Usted producirá lo que ve de continuo en su mente. Si usted fomenta una imagen de derrota y fracaso, entonces usted vivirá esa clase de vida. En cambio, si usted desarrolla una imagen de victoria, éxito, salud, abundancia, gozo, paz y alegría, nada en el mundo podrá detenerle de experimentar lo mismo.

Demasiadas veces nos encontramos en una rutina, pensando que hemos alcanzado todo lo posible. En realidad no extendemos nuestra fe, ni creemos que podemos obtener algo mejor. Sin embargo, Dios desea que constantemente estemos creciendo, alcanzando nuevas alturas. Él desea aumentar en usted su sabiduría y ayudarle a tomar mejores decisiones. Dios desea incrementar sus finanzas por medio de ascensos, nuevas ideas y creatividad.

La Palabra dice que Dios quiere derramar su favor y bondad sobre nosotros.1 Dios quiere que este sea el mejor momento de su vida, pero para recibir ese favor tiene que expandir su visión. No puede vivir siempre con pensamientos negativos, derrotados, limitados. Bueno, pues ya llegué hasta donde permite mi educación. O, Tengo años con esta enfermedad. Quizá es mi suerte en la vida.

Para experimentar este favor sin medida, tiene que dejar atrás esa manera apocada de pensar y debe comenzar a esperar las bendiciones de Dios. Comience a esperar los ascensos y los incrementos sobrenaturales. Tiene que concebir en su corazón y mente antes de poder recibirlo. En otras palabras, tiene que crear un lugar o un espacio para el incremento en su mente, después Dios hará que llegue a pasar. Hasta que no aprenda a expandir su visión, viendo el futuro con sus ojos de la fe, su propia manera errónea de pensar detendrá que vengan cosas buenas a su vida. Dios no impartirá ideas frescas y creativas, y bendiciones en viejas actitudes.

Tiene que concebirlo en su corazón y mente antes de poder recibirlo.

Deshágase de esos odres viejos

Siglos atrás, el vino se guardaba en odres en lugar de botellas. Los cueros de animales se secaban y curaban, o curtían, para lograr formar de ellos recipientes que recibían el vino. Cuando eran nuevos los odres, eran suaves y flexibles, pero conforme pasaba el tiempo, comúnmente perdían su elasticidad; ya no podían estirarse. Se hacían duros e inflexibles, y no podían expandirse más. Si se llegara a vaciar vino nuevo en un odre viejo, el recipiente se reventaría y el vino se perdería.

Es interesante que cuando Jesús quiso animar a sus seguidores a expandir su visión, les recordó que no “se echa vino nuevo en odres viejos”.2 Jesús estaba diciendo que no puedes tener una vida abundante con actitudes restringidas. Esa lección sigue teniendo relevancia hoy en día. Tenemos ciertas maneras de hacer las cosas, nuestras perspectivas nos atan y estamos atascados en nuestra manera de pensar. Dios quiere hacer algo nuevo, pero a menos que estemos dispuestos a cambiar, a menos que estemos dispuestos a expandir y acrecentar nuestra visión, nos perderemos de las oportunidades que Él tiene para nosotros.

El hecho de que usted está leyendo este libro, quiere decir, sin embargo, que está preparado para ir a un nivel más alto; usted quiere alcanzar su máximo potencial. Las buenas nuevas son que Dios desea mostrarle su increíble favor. Él quiere llenar su vida con “vino nuevo”, pero ¿estará usted dispuesto a deshacerse de sus odres viejos? ¿Comenzará a pensar más en grande? ¿Expandirá su visión y se deshará de aquellas maneras negativas de pensar que no le permiten avanzar?

Un hombre que se encontraba a punto de divorciarse me dijo: “Joel, tengo mucho tiempo así. Nunca me sucede nada bueno. No veo cómo podría ser restaurado mi matrimonio. Siempre hemos tenido estos problemas”.

“Esa manera de pensar te detendrá de recibir todo lo bueno que Dios desea derramar en tu vida”, le dije. “Esas malas actitudes o maneras de pensar estorbarán el fluir. Debes dejar de meditar en aquellos pensamientos negativos y destructivos que te mantienen estancado. Tu vida no cambiará si antes no cambia tu manera de pensar”.

De recién casados, un día Victoria y yo caminábamos por nuestra vecindad y vimos una casa hermosa que estaba por ser terminada. Se encontraban abiertas las puertas, así que entramos para verla. Era una casa fabulosa, mucho más bonita que cualquiera de las otras casas de esa comunidad. La mayoría de las otras casas por allí eran de una sola planta, de un estilo casual construidas de cuarenta a cincuenta años antes, pero esta casa era una casa grande de dos pisos, con los techos muy altos y ventanas grandes con una agradable vista al jardín. Era un lugar que inspiraba por su belleza.

Al salir de la casa, Victoria estaba muy emocionada. Se dio la vuelta, miró hacia la casa y dijo: “Joel, ¡un día viviremos en una casa tan hermosa como esta!”. Para esto, vivíamos en una casa muy antigua con problemas en el cimiento, cosa que impedía que las puertas interiores de la casa cerraran bien. Habíamos ejercido nuestra fe y gastado todo lo que teníamos en comprar aquel hogar y así poder vivir es esa vecindad. Pensando en nuestra cuenta de banco, y mis ingresos en aquel tiempo, me parecía imposible poder llegar a tener una casa semejante a la que acabábamos de ver.

Siendo “el gran hombre de fe” que soy, dije: “Victoria, esa casa está tan fuera de nuestro alcance que no veo cómo jamás podríamos comprar algo semejante”.

Pero Victoria tenía mucha más fe que yo, y no se dio por vencida. Por treinta minutos debatimos el asunto parados afuera de aquella casa. Ella me presentó todas las razones por las que sí se podría hacer. Yo le dije todas las razones por las que dudaba que jamás se lograra.

Ella dijo: “No, Joel; lo siento muy dentro de mí. Sí sucederá”.

Se encontraba tan llena de gozo, que yo no la quise desanimar, así que no hablé más al respecto. ¡Pero no Victoria! Durante los meses siguientes, ella seguía hablando palabras de fe y victoria, y finalmente me convenció. Ella me convenció que sí podríamos vivir en una casa tan elegante como la que habíamos visto. Me deshice de mi manera limitada de pensar y me puse de acuerdo con ella. Comencé a creer que de alguna manera, Dios podía hacerlo. Seguíamos creyéndolo, viéndolo y hablándolo.

Algunos años más tarde, vendimos nuestra casa, y por medio de la venta de otra propiedad, pudimos construir una casa exactamente como la que habíamos visto. Vimos el cumplimiento del sueño. Pero estoy convencido que nunca habría sucedido si primeramente no lo hubiéramos concebido en nuestro interior. No creo que lo habríamos alcanzado si Victoria no me hubiera convencido de expandir mi visión.

Dios también tiene mucho más para usted. Comience a preparar su pensamiento para recibirlo. Concíbalo en su interior. Comience a verse alcanzando un nuevo nivel, haciendo algo significativo, viviendo en aquella casa de sus sueños. Si desea ver el favor incomparable de Dios, entonces tiene que reemplazar aquellos odres viejos.

“Ya llegué tan lejos como llegaron mis padres”, me dijo Steve. “He llegado hasta donde han llegado todos los de mi familia. Eso es suficiente, ¿verdad?”.

“No”, le repliqué. “No tienes que estar confinado por las barreras del pasado. Dios quiere que llegues más lejos que tus padres. Estoy seguro que tus padres eran personas buenas y trabajadoras, pero no caigas en la trampa de simplemente sentarte y aceptar tu situación actual. Debes tomar la decisión de no vivir una vida mediocre. Al levantarte por la mañana debes tener la actitud de: Haré algo grande. Saldré adelante en mi carrera. Serviré a los demás con entusiasmo. Saldré de este molde y subiré a nuevos niveles”.

Muy seguido les digo a mis hijos: “Irán mucho más lejos que su papi. Tienen tanto potencial. ¡Harán grandes cosas!”.

No es para sembrar orgullo en nuestros hijos sino para que ellos cuenten con una visión grande. Mi deseo es que ellos puedan concebir grandes posibilidades a una temprana edad. Quiero que crezcan con la expectativa de recibir el favor de Dios, con la expectativa de ser líderes, con la expectativa de salir adelante en cualquier actividad que emprendan. Y yo sé que tienen que concebirlo en su interior antes de que Dios pueda llevarlo a cabo en el exterior.

Un día iba conduciendo en mi coche por la ciudad de Houston, Texas, con mi hijito de ocho años, Jonathan. Al ir conduciendo, llegamos al estadio llamado “Compaq Center”, con cupo para dieciséis mil personas y en donde antes jugaban los Houston Rockets, un equipo de básquetbol profesional, y el nuevo hogar de la iglesia Lakewood. Bajé la velocidad del automóvil y señalé con el dedo diciendo: “Jonathan, mira hacia allá. Un día, allí es donde tú estarás predicando”.

Él dijo: “Ay no, Papi. Cuando tenga edad suficiente, ¡yo estaré predicando en el Reliant Stadium!” (El Reliant Stadium es el estadio donde acomoda más de setenta mil fanáticos del equipo de fútbol americano, los Houston Texans.)

Pensé: Me gusta el hecho de que tiene un sueño grande. Cuando relaté esa historia hace algunos años en la iglesia, después de la reunión una hermana se acercó y le dio a Jonathan un cheque por cien dólares para ayudar a pagar el nuevo estadio. Él estaba tan emocionado. Dijo: “Papi, ¡me gustaría que hablaras de mí más seguido en tus sermones!”.

Aún y si proviene usted de una familia sumamente exitosa, Dios desea que usted avance más allá. Mi propio padre tuvo grandes logros en su vida. Fue una inspiración para miles de personas alrededor del mundo. Sin embargo, no estaré satisfecho con hacer solamente lo que mi padre hizo. No quiero simplemente mantenerme estático. No, yo quiero avanzar y escalar nuevas alturas.

Si usted se fija con cuidado, verá que Dios ha estado tratando de animarle. Él ha permitido que se crucen por su camino personas que tienen mucho más éxito que usted, que tienen matrimonios más fuertes, que están gozando de su favor de muchas maneras extraordinarias. Así que, cuando usted ve o sabe de otras personas que están triunfando en sus vidas o haciendo lo que a usted le gustaría hacer, sienta ánimo en lugar de sentir envidia. No diga: “Eso nunca me podría pasar a mí. No cuento con suficiente talento. Nunca recibiré esa clase de oportunidad. Nunca poseeré tanto dinero”.

Deshágase de aquellos odres viejos. Cambie su manera de pensar. Pase por alto las barreras del pasado y comience a esperar que Dios haga grandes cosas en su vida.

“¿No la conoceréis?”

Usted necesita entender que Dios constantemente está intentando sembrar nuevas semillas en su corazón. Constantemente quiere que conciba, que deje las ideas anticuadas y que nuevos impulsos de creatividad sean engendrados en su interior. La clave es creer, permitir que la semilla se arraigue para que pueda crecer.

¿Qué hubiera pasado si Victoria hubiera accedido en cuanto a la casa nueva y hubiera dicho: “Sí, Joel; tienes la razón. Sólo somos un par de jóvenes, nunca podremos pagar esto. Esa casa está muy fuera de nuestro alcance”?

Probablemente todavía estaríamos viviendo en nuestra casa original, con todo y su cimiento torcido. Que bueno que ella engrandeció su visión y concibió lo que Dios le estaba diciendo. Quizá Dios ha intentado hablarle algo a usted también, con el deseo que suba a un nuevo nivel. Él ha colocado personas en su vida para inspirarle. Cuando usted ve lo que ellos han hecho, sus deleites, sus victorias, algo en su interior deberá decir: “¡Sí, Dios! Yo sé que tú me puedes bendecir de la misma manera. Yo sé que puedo disfrutar de un matrimonio fenomenal. Yo sé que puedo ser feliz. Yo sé que puedo alcanzar aquellos nuevos niveles”.

Existe una semilla dentro de usted que quiere arraigarse. Es el esfuerzo de Dios para hacerle concebir. Él intenta llenar su corazón con tanta esperanza que la semilla crecerá y producirá una cosecha abundante. Es su tiempo. Quizá tiene mucho tiempo enfermo, pero este es su tiempo para recibir sanidad. Puede ser que esté atado por toda clase de adicciones, toda clase de malos hábitos, pero este es el tiempo para ser liberado. Puede ser que esté batallando en sus finanzas, con toda clase de deudas, pero este es el tiempo para recibir ascensos. Este es su tiempo para incrementos. Amigo, si usted se pone de acuerdo con Dios, esta podría ser la mejor época de su vida. Este podría ser el tiempo cuando Dios derrame su favor de manera incalculable, su favor más allá de lo que puede imaginar.

Dios dice: “He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis?”.3 Fíjese como Dios siempre tiene el deseo de hacer algo nuevo en nuestra vida. Su deseo es promovernos, hacernos incrementar, darnos más. Sin embargo, es interesante que Dios haya preguntado: “¿no la conoceréis?”. En otras palabras, ¿está creándole lugar en su forma de pensar? ¿Está creyendo que llegará el incremento? ¿Está creyendo que usted sobresaldrá en su trabajo? ¿Está creyendo que usted será un líder más efectivo, o un mejor padre?

Es tiempo de expandir su visión.

Quizá Dios quiere mejorar su matrimonio, restaurar su familia o ascenderle en el trabajo. Pero esa semilla de oportunidad no se arraigará en medio de sus dudas.

Genre:

On Sale
Sep 10, 2019
Page Count
336 pages
Publisher
FaithWords
ISBN-13
9781546017134

Joel Osteen

About the Author

JOEL OSTEEN is a New York Times bestselling author and the senior pastor of Lakewood Church in Houston, Texas. Millions connect daily with his inspirational messages through television, podcasts, Joel Osteen Radio on Sirius XM, and global digital platforms. To learn more, visit his website at JoelOsteen.com.

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