Sanidad para el alma de una mujer

Cómo superar sus heridas emocionales

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By Joyce Meyer

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La maestra de la Biblia de renombre internacional, Joyce Meyer, recurre a su propia historia de abusos para mostrarles a las mujeres cómo el amor redentor de Cristo sana las heridas emocionales y le imparte gozo a la vida.

¿Puede una mujer que haya sido profundamente herida por las circunstancias de la vida ser sanada, en cuerpo y alma? Si ha sido herida por un hombre al que amaba y en quien confiaba, ¿puede amar y confiar nuevamente? Siendo una mujer que soportó años de abuso, abandono y traición por los más cercanos a ella, Joyce Meyer puede responder con un rotundo: “¡Sí!”.

La positividad de Meyer proviene de la experiencia de su propia jornada, y de ver a tantas mujeres que no creen que pueden superar por completo su dolor, sin siquiera saber por dónde empezar, a que encuentren la guía que necesitan en la sabiduría transformadora de la Biblia.

El éxito de ventas de Meyer, Belleza en lugar de cenizas, cuenta su propia historia de sanidad. Ahora, con el paso del tiempo, SANIDAD PARA EL ALMA DE UNA MUJER profundiza en la historia de Joyce y muestra el camino a la sanidad a todas las mujeres. Cada capítulo la guía a través de cualquier obstáculo que pueda estar reteniéndola para encontrar su verdadero destino como la amada de Dios. Además, contiene una sección especial de un diario que le ayudará a encontrar la libertad de sus luchas más profundas. Dios puede sanar todo dolor, y anhela hacerlo en usted.

Deje que SANIDAD PARA EL ALMA DE UNA MUJER sea el primer paso hacia el futuro maravilloso y feliz que Dios tiene para usted.

Excerpt

INTRODUCCIÓN

[El Señor] restaura a los de corazón quebrantado y cubre con vendas sus heridas.

—Salmos 147:3, nota aclaratoria

¿Puede ser sanada una mujer que ha sido profundamente herida ya sea por circunstancias en su vida o por una persona a la que amaba y en quien confiaba? ¿Pueden ser sanados su corazón y su alma? ¿Puede volver a amar y confiar? Como mujer que fui abusada sexualmente por mi padre, abandonada por mi madre y engañada por mi primer esposo, puedo decir sin ninguna duda: “¡Sí!”. Si usted está viviendo con un alma herida y se siente sola, no amada y malentendida, puedo prometerle que no tiene que permanecer en ese estado.

Belleza en lugar de cenizas, que fue publicado en 1994, fue el primer libro que escribí sobre sanidad emocional. Desde ese tiempo he tenido mucha más experiencia en esta área y soy más conocedora de la Palabra de Dios, por lo que quiero compartir con usted esas cosas. He escrito otros libros que incluyen algunas partes de lo que compartiré en este libro, pero con la ayuda de Dios, este será un manual completo desde una perspectiva bíblica sobre el tema de la sanidad emocional.

Incontables números de personas caminan de un lado a otro heridas en sus almas por daños del pasado, y no saben que pueden ser sanadas o simplemente no saben qué hacer o cómo comenzar. Compartiré lo que he aprendido en mi jornada de vida, y aunque la suya no sea exactamente igual a la mía, espero que mi historia pueda ser de inspiración y una luz que la guíe mientras recorre su camino en pos de la sanidad.

Así como nuestro cuerpo puede estar enfermo, también nuestra alma puede estar enferma, pero Dios quiere sanarnos en todas las áreas donde estemos heridas, incluida nuestra alma. El alma consiste de la mente, la voluntad y las emociones; es la parte interior de nosotros, y una parte muy importante. Sin importar lo que tengamos materialmente o qué tan buenas sean nuestras circunstancias en la vida, si hemos sido heridas, golpeadas, y nuestra alma sangra, no disfrutaremos de la vida. Sea que nuestro dolor provenga de la vergüenza, amargura, depresión, duda, inseguridad, culpabilidad o del temor, eso es algo que hay que confrontar y abordar.

Durante años, me pasé dando traspiés por la vida pensando que tenía lo mejor que podía esperar considerando mi pasado. Realmente puedo recordar que cuando era adolescente pensaba que siempre tendría una vida de segunda categoría debido a lo que mi padre me había hecho. Ni siquiera intentaba abordar ninguno de los problemas que se crearon por mi pasado, sencillamente porque no creía que se pudiera hacer nada al respecto. Estaba equivocada.

Es sorprendente cuán equivocados pueden ser nuestros pensamientos, pero si no sabemos que son equivocados, entonces nunca podremos superarlos. En este libro espero mostrarle que tiene a su disposición una vida maravillosa, asombrosa y satisfactoria. Con la ayuda de Dios, usted puede aprender a pensar y comportarse de maneras que realmente la harán libre para ser la asombrosa mujer que Dios creó.

Cuando sepa lo que tiene a su disposición, ¡es mi oración que tomará la decisión de ir tras ello! El mundo ofrece una amplia variedad de remedios para las heridas del alma, y algunos de ellos pueden ser útiles, pero Jesús nos ofrece sanidad completa. Él es el sanador y restaurador de nuestras almas. El salmista David dijo que Dios había restaurado su alma (ver Salmos 23:3). Cuando algo es restaurado, es hecho como nuevo otra vez.

¿Qué tipo de vida quiso Dios para usted como una mujer que es creada a imagen de Él? Sin duda, no es una vida donde usted sea minimizada, devaluada, maltratada, abusada, utilizada y golpeada. Él nos ofrece amor incondicional, dignidad y valía infinitos, integridad, justicia, paz y gozo; ¡y eso es tan solo el comienzo de sus bendiciones para quienes creen y caminan con Él por la vida!

Al comenzar la jornada de sanidad para su alma, le pido que recuerde que la sanidad toma tiempo. A veces, también es dolorosa porque tenemos que permitir que se abran viejas heridas para que así salga de ellas la infección que está supurando y envenenando nuestra alma. Las mujeres que tienen necesidad de sanidad para su alma tienen solamente dos opciones. La primera es continuar dando traspiés en la vida, tan solo intentando pasar cada día, y la segunda es decir: “Ya he tenido suficiente tristeza, infelicidad, excusas, culpabilidad y vergüenza, ¡y estoy lista para hacer lo que sea necesario para ser sanada!”.




CAPÍTULO 1

La historia de las mujeres

Haz lo mejor de ti mismo para avivar las diminutas chispas internas de posibilidades para que se conviertan en grandes llamas de logros.

—Golda Meir

En primer lugar, déjeme decir que las mujeres son idea de Dios. Aunque Él creó primero a Adán, rápidamente se dio cuenta de que necesitaba una ayuda idónea, así que tomó una costilla del costado de Adán y de ella creó a Eva. Me gusta destacar que Eva fue tomada del costado de Adán, lo cual indica que ella debía caminar a su lado en la vida como alguien a quien Adán necesitaba. No fue tomada de la planta de sus pies, indicando que él tenía permiso para pisarla.

Si está familiarizada con la historia de la creación (ver Génesis 1-3), quizá sepa que después de que Dios creó a Adán y Eva, los colocó en un hermoso jardín llamado Edén, y su plan fue que ellos disfrutaran de la vida abundantemente y que tuvieran comunión con Él. Tenían mucha libertad para tomar sus propias decisiones y se les había otorgado autoridad para tener dominio sobre los animales y todo el entorno en el que habitaban. Sin embargo, había una cosa que Dios les dijo que no hicieran, y fue que no comieran del árbol del conocimiento del bien y del mal, de la bendición y la calamidad (ver Génesis 2:9, 16-17). Podían comer de cualquier otro árbol, incluido el árbol de la vida. Está claro por este relato que Dios quería que su creación se llenara de vida como solo Él podía darla, y en su intención original, Él quería que ellos experimentaran solo lo bueno y no lo malo.

Como Dios es omnisciente, por supuesto que también sabía desde el principio que Satanás, que se le apareció a Eva en forma de serpiente, la engañaría y que ella y Adán comerían del árbol del cual les había prohibido comer. Esa mala acción abrió la puerta a todo el dolor y la disfunción que existen en nuestro planeta en la actualidad. Quizá se pregunte: Bueno, si Dios sabía que su plan perfecto fallaría, entonces ¿por qué no hizo que fuera imposible que se arruinara? La respuesta es muy sencilla: Dios creó al hombre con libre albedrío porque quería tener comunión con personas que quisieran estar con Él, no meramente personas que no tuvieran otra opción. Él quería personas con las cuales colaborar en la vida, no marionetas que no tenían otra elección salvo hacer lo que Él quisiera.

Es fácil enojarse con Adán y Eva y pensar: ¿Cómo pudieron ser tan necios? Pero ninguna de nosotras lo hubiéramos hecho mejor. Aunque Dios los creó con libre albedrío, lo cual quiere decir que tenían la posibilidad de desobedecerlo, también tenía un plan desde el principio para la completa restauración y plenitud de hombres y mujeres. Ese plan, dicho de forma simple, es Jesús.

Dios nos ama tanto que planeó desde el principio de los tiempos permitir que su único Hijo pagara por nuestros pecados y nos diera una salvación plena. Salvación significa vida, pero la vida que Dios nos ofrece no es meramente la posibilidad de respirar y caminar, sino que nos ofrece “vida” como solo Él la conoce. Podemos ser llenas de la vida de Dios. Esa vida es tan poderosa que al margen de lo que nos ocurrió en el pasado que ha dañado nuestra alma, podemos ser sanadas y totalmente restauradas. La muerte ha sido absorbida por la vida, y la luz ha absorbido la oscuridad. Jesús es a la vez Vida y Luz. Por eso Juan 1:4 dice: “En él estaba la vida, y la vida era la luz de la humanidad”.

Le puedo asegurar que Dios nunca se queda sin un plan. Independientemente de lo que le haya ocurrido a usted, Dios tiene un plan para su vida, y es un buen plan.

Cuando Satanás consiguió engañar a Eva, tentándole para que desobedeciera, Dios le hizo una afirmación que nos lleva a entender por qué las mujeres, en líneas generales a lo largo de la historia, han sido tan marginadas, insultadas y devaluadas. Génesis 3:14-15 dice:

Dios el Señor dijo entonces a la serpiente: «Por causa de lo que has hecho, ¡maldita serás entre todos los animales, tanto domésticos como salvajes! Te arrastrarás sobre tu vientre, y comerás polvo todos los días de tu vida. Pondré enemistad entre tú y la mujer, y entre tu simiente y la de ella; su simiente te aplastará la cabeza, pero tú le morderás el talón».

Por favor, observemos que la “simiente” de Eva aparece en mayúsculas [en alguna versión en inglés] en este versículo, pero la simiente de la serpiente no. Esto es debido a que la simiente de Eva es Jesucristo. Ella es la madre de todo ser viviente y está directamente en la línea genealógica de Jesús. Dios le estaba haciendo saber a Satanás que la simiente de Eva aplastaría su cabeza, o le quitaría su autoridad y lo derrotaría. Satanás, durante un tiempo, mordería el talón de los hijos de Dios, refiriéndose a cómo nos ataca en nuestro caminar diario.

Este mismo tipo de ataque se perpetró contra Jesús durante el tiempo que estuvo en la tierra, pero el final de la historia es que Jesús murió en nuestro lugar, tomó nuestro dolor y tristeza, sufrió más allá de lo que podríamos imaginar, y pagó por nuestros pecados. Pero por fortuna, ese no es el final de la historia. Si lo fuera, le habría dado a Satanás la victoria que siempre deseó tener. Sin duda que él mordió el talón de nuestro Salvador, pero Jesús estuvo en el sepulcro tres días, tiempo durante el cual se apoderó de “las llaves de la muerte y el Hades” (Apocalipsis 1:18), y después resucitó de los muertos, ¡y vive para siempre! Mediante la simiente de Eva (Jesús), Dios aplastó la cabeza (autoridad) de Satanás.

Satanás ha sido despojado de la autoridad que Adán y Eva le entregaron mediante su desobediencia, pero si no sabemos que está derrotado, seguiremos permitiendo que su malvado plan gobierne en nuestras vidas. Satanás está derrotado, ¡y usted tiene hoy a su disposición una vida llena de sanidad y abundancia! Lo único que necesita hacer para obtenerla es recibir a Jesús como su Salvador por fe y creer que las promesas en la Palabra de Dios son para usted. Al hacerlo, entrará en una jornada que durará toda una vida con Jesús, quien la guiará a lo largo de su camino.

No importa cuán profundo sea el pozo en el que siente que está, el brazo de Dios no es demasiado corto para llegar hasta usted y sacarla de ahí. Él la pondrá en lugares altos y le dará una paz que sobrepasa todo entendimiento y un gozo que no se puede describir. Dios la encontrará dondequiera que esté usted y la ayudará a llegar donde tenga que estar.

Ataque satánico contra las mujeres

El trato injusto y cruel de las mujeres a lo largo de los siglos solo se puede atribuir a un ataque demoniaco. Le daré unas cuantas estadísticas que tengo solamente para establecer mi punto. (Ver el apéndice I para más estadísticas).

DERECHO AL VOTO:

• Ratificado el 18 de agosto de 1920, la Decimonovena Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos concedió a las mujeres estadounidenses el derecho a votar, un derecho conocido como el sufragio de las mujeres. En la época en que se fundó los Estados Unidos, sus ciudadanas femeninas no compartían todos los mismos derechos que los hombres, incluyendo el derecho al voto.1

IGUALDAD SALARIAL Y DERECHOS DE PROPIEDAD:

• Como promedio, las mujeres empleadas a jornada completa en los Estados Unidos perdieron un total combinado de más de 840 000 millones de dólares cada año debido a la brecha salarial.2

EDUCACIÓN:

• Globalmente, 65 millones de niñas no asisten a la escuela.3

• Dos tercios de los 774 millones de personas analfabetas en el mundo son mujeres.4

• Si todas las mujeres tuvieran educación primaria, habría un 15% menos de muertes infantiles. Si todas las mujeres tuvieran educación secundaria, las muertes infantiles se reducirían a la mitad, salvando tres millones de vidas. La educación de las madres mejora la nutrición del hijo. Si todas las mujeres tuvieran educación primaria, 1,7 millones de niños serían salvados del retraso en el crecimiento infantil debido a la desnutrición.5

GENEROCIDIO:

• Los demógrafos calculan que faltan 126 millones de mujeres debido al generocidio (el asesinato de alguien por su sexo, también llamado feminicidio). Ese es el mismo número de muertes que las provocadas por las dos guerras mundiales y el SIDA juntos. Cada año, perdemos a dos millones de bebés niñas por el aborto selectivo del sexo y el infanticidio. Eso son cuatro niñas por minuto. Solo en China, faltan 62 millones de mujeres. Eso supone el 9,5% de su población femenina.6

• El generocidio afecta a mujeres de todas las edades, pero se agrava especialmente en las más pequeñas. En los últimos veinte años, el aborto por selección de sexo ha desplazado al infanticidio como el principal método de eliminar bebés hembras.7

VIOLENCIA Y ABUSO CONTRA LAS MUJERES:

• Una de cada dos mujeres en los Estados Unidos ha sido violada en su vida. El 79% de estas víctimas femeninas de violación completa reportan que fueron violadas por primera vez antes de los veinticinco años.8

• Se calcula que el 35% de las mujeres del mundo han experimentado violencia física o sexual a manos de alguien cercano o violencia sexual a manos de alguien que no era cercano en algún momento de su vida. Sin embargo, algunos estudios nacionales revelan que hasta el 70% de las mujeres han experimentado violencia física o sexual a manos de alguien cercano durante su vida.9

• Las mujeres adultas representan casi la mitad de todas las víctimas de tráfico humano detectadas globalmente. Mujeres y niñas juntas representan cerca del 70%, donde las niñas representan dos de cada tres víctimas de tráfico infantil.10

TRÁFICO HUMANO:

• Mujeres y niñas conforman hasta el 98% de las víctimas de tráfico para la explotación sexual.11

• La edad promedio en la que una adolescente entra en el mercado del sexo en los Estados Unidos es entre doce y catorce años. Muchas víctimas son niñas fugitivas de las que abusaron sexualmente cuando eran pequeñas.12

• Según el Departamento de Estado de los Estados Unidos, el tráfico humano es uno de los mayores desafíos de los derechos humanos de este siglo, tanto en los Estados Unidos como en todo el mundo.13

Por fortuna, las mujeres han progresado algo, especialmente en el mundo occidental, pero se sigue abusando de las mujeres incluso ahí. Y en muchas otras partes del mundo, muchas de las cosas que he descrito arriba siguen sucediendo diariamente. La batalla por la libertad y la restauración de las mujeres es continua, pero me alegra saber que se puede encontrar la sanidad mediante la fe en Dios, y me alegra que nuestro ministerio esté siendo parte de la ayuda para que se produzca esa libertad en las mujeres de todo el mundo.

Debido a un largo historial de ser devaluadas y deshonradas, muchas mujeres hoy día, incluso en lugares donde se ha conseguido avanzar mucho, siguen sin poder ver su verdadera dignidad y valor. Dudan de sus capacidades, y en muchas ocasiones ni siquiera intentarán hacer grandes cosas en su vida simplemente por una mentalidad errónea que está arraigada en ellas. “Soy solo una mujer” es una frase que no me gusta oír. Esa frase es reveladora en sí misma.

Recuerdo que cuando Dios me llamó al ministerio, comencé a experimentar mucho rechazo por la única razón de que era mujer, y las mujeres no enseñaban la Palabra de Dios. Oí cosas como: “Las mujeres pueden enseñar en la escuela dominical, pero no se les permite enseñar en las reuniones generales”. Eso no tenía sentido, porque si era impropio que ellas enseñaran, sería tan impropio enseñar en la escuela dominical como enseñar en la reunión principal de la iglesia, o ser pastora o evangelista, o tener cualquier otro tipo de oficio en el mundo eclesial.

Fui juzgada, criticada, me pidieron que me fuera de mi iglesia, y mi familia y amigos me aislaron hasta un punto en que tuve que acudir a Dios en oración y recordarle que yo era una mujer y, por lo tanto, no podía hacer las cosas que sentía en mi corazón que tenía que hacer. Recuerdo claramente oír a Dios susurrarme en el corazón: “Joyce, ¡sé que eres una mujer!”. Él quería que yo siguiera haciendo lo que Él me estaba guiando a hacer al margen de cuánta oposición experimentara. Afortunadamente, con los años, la mentalidad de muchas personas ha cambiado, pero no de todas. Espero que veamos el día en que las mujeres puedan tomar su legítimo lugar en toda la sociedad y ser respetadas, valoradas y apreciadas.

Algunas mujeres que han decidido luchar por sus derechos se han vuelto rebeldes y tienen actitudes que no son saludables para ellas ni para el mundo en el que vivimos. Es comprensible por qué comenzó el movimiento de liberación de las mujeres. Las mujeres estaban tan cansadas de ser oprimidas, que finalmente decidieron salir del cautiverio. Sin embargo, en el proceso muchas mujeres ahora corren el peligro de tener una actitud que es excesiva y no está de acuerdo con la voluntad de Dios.

Dios le dio claramente a Adán (hombres) autoridad sobre Eva (mujeres), pero no la de gobernar sobre ella. Era para su protección. Las mujeres tienen un deseo innato de que las cuiden, de ser valoradas y de sentirse seguras, y los hombres deberían proveer eso. Como eso no ocurrió, al menos no en muchos casos, las mujeres han comenzado a tomar las riendas y hacer lo que en muchos casos los hombres deberían hacer. Si las cosas hubieran funcionado adecuadamente desde el comienzo de los tiempos, este desequilibrio no existiría, pero no funcionó bien y, tristemente, la bonita relación entre hombres y mujeres que Dios pretendía se ha perdido. No nos atrevamos a mirar al mundo para que nos enseñe en estas áreas, pero podemos mirar la Palabra de Dios; obedeciendo buenos principios de las Escrituras, podemos experimentar un equilibrio saludable que sea una bendición para todos.

Yo soy una mujer en el ministerio, directora de un ministerio internacional, y a la vez soy también una mujer que respeta la autoridad de su esposo. Dave y yo nos amamos, nos respetamos y nos sometemos el uno al otro como al Señor. Yo he tenido mucho que aprender por haber sido abusada por varias figuras de autoridad masculinas en cientos de ocasiones, y no fue fácil, pero Dios me ha ayudado a ver su plan original para la coexistencia respetuosa y pacífica de hombres y mujeres, y oro para que siempre pueda modelar eso para todos aquellos a los que tengo el privilegio de enseñar.

Agraciadamente, nuestra historia no tiene que ser nuestro destino. A menudo digo: “Yo no tuve un buen comienzo en la vida, ¡pero estoy decidida a tener un buen final!”. Si tiene usted el alma herida y necesita sanidad, oro para que tome esa misma decisión y haga la misma declaración.

Actitud

Se han escrito numerosos libros sobre el peligro de tener una mala actitud y el poder de una buena actitud. Esta sección no pretende ser un estudio profundo y exhaustivo sobre el tema, pero quiero mencionarlo. Como la mayoría de las personas que tienen el alma herida, yo tenía una actitud muy mala. En mi cabeza sonaba algo parecido a esto: ¡Ningún hombre me va a volver a zarandear más! Nadie me va a decir lo que debo hacer a partir de ahora. Cuidaré de mí misma, así que nunca tendré que pedirle nada a nadie. No se puede confiar en los hombres porque solo les interesa usarte para sus propios intereses egoístas. No volveré a estar jamás en una posición en la que alguien sea capaz de herirme.

Estos pensamientos y otros muchos parecidos sonaban en mi mente una y otra vez durante muchos años. Mi actitud era férrea, insensible, y mi mentalidad era intransigente. Si esto la describe a usted en alguna forma, le sugiero que después de invitar a Jesús a entrar en su corazón, le invite también a trabajar en su actitud. No le diré que nunca volverá a recibir una ofensa si abre su corazón y deja que entren personas en su vida, pero le puedo prometer que si recibe una ofensa, Jesús, su Sanador, estará con usted para ayudarla una vez más. Si pasamos nuestra vida intentando protegernos para que nunca seamos heridas, también pasaremos nuestra vida en soledad.

El apóstol Pablo escribió a los filipenses, instruyéndoles a dejar que la misma actitud de humildad que hubo en Cristo Jesús estuviera también en ellos (ver Filipenses 2:5-8). La idea de humillarnos ante cualquier persona da miedo porque lo vemos como una debilidad, y suponemos que si mostramos alguna debilidad, se aprovecharán de nosotros. Pero realmente, la mansedumbre y la humildad equivalen a tener fuerza bajo control, no debilidad. Cuando Dave y yo tenemos un desacuerdo sobre una decisión que debemos tomar, no me gusta si no se hace lo que yo pienso, y admitiré que sigo necesitando mucha ayuda de Dios para ceder con una buena actitud. Pero también sé que si hago lo que Dios dice porque es lo correcto, entonces Él siempre cuidará de mí, y Él hará lo mismo con usted.

Parte de la restauración que Dios nos ofrece es tener una actitud saludable, una que sabe cuándo resistir aquellas cosas que no están bien y cuándo ceder y hacer lo que otra persona nos está pidiendo hacer. Estoy muy agradecida con Dios porque ya no tengo que sentir que estoy luchando contra el mundo, intentando conseguir lo que me corresponde legítimamente, y me emociona tener la oportunidad de enseñarle que usted tampoco tiene que vivir así. Dios quiere pelear sus batallas, y créame cuando digo que cuando Dios pelea a su lado, ¡usted siempre gana!




CAPÍTULO 2

Vivir la mejor vida disponible

En él estaba la vida, y la vida era la luz de la humanidad.

—Juan 1:4

“¡Ah, la buena vida!”. Cuando oímos esa frase quizá pensamos en tumbarnos en una playa día tras día, o poder comprar el nuevo automóvil que hemos admirado, o poseer un yate y pescar en cubierta. Pero ese tipo de vida está demostrado que no es la mejor porque muchas personas que tienen ese estilo de vida admiten sentirse infelices, solos y desgraciados. Oí que Jay Gould, un millonario estadounidense, tenía mucho dinero, pero cuando se estaba muriendo dijo: “Creo que soy el hombre más desgraciado de la tierra”.

No hay nada de malo en tener estas cosas, pero no son la vida; son cosas. Dios nos ofrece verdadera vida a través de Jesucristo: una vida genuina, la mejor vida que cualquiera podría vivir. Nos ofrece una vida en la que estamos bien con Dios, una vida de paz y gozo (ver Romanos 14:17). Jesús dijo que Él vino para que tuviésemos vida en abundancia, hasta el máximo, hasta que rebosemos (ver Juan 10:10).

El mejor tipo de vida solo se encuentra en Dios porque Él es vida, y la vida que nosotros llamamos nuestra es un regalo suyo. ¡Él es el dador de vida!

¿Necesita una actualización?

Hoy día tenemos a nuestra disposición muchos tipos distintos de tecnología, y dos ejemplos son las computadoras y los teléfonos celulares. Las empresas que venden estos aparatos regularmente ofrecen actualizaciones, y la mayoría de nosotros corremos para conseguirlas. No perdemos tiempo, gastamos dinero, esperamos haciendo fila, lo que sea necesario para conseguir la actualización más nueva. Queremos el mejor equipo disponible.

Si somos así de agresivos con la tecnología, ¿por qué no íbamos a querer la mejor vida disponible y ser igual de agresivos para asegurarnos conseguirla? Así como tenemos que aprender a trabajar con la nueva actualización que conseguimos, tenemos que aprender a trabajar con Dios y su plan para nuestras vidas.

Yo he tenido algún tipo de relación con Dios desde que tenía nueve años. Durante ese tiempo he tenido muchas actualizaciones. He seguido aprendiendo cosas y entendiendo mejor lo que tengo a mi disposición mediante mi relación con Él. Y quizá usted no conozca nada, o quizá conozca mucho las Escrituras, pero creo que todos nos quedamos cortos a la hora de vivir plenamente la vida que Dios ha puesto a nuestra disposición mediante Jesucristo, y eso me incluye a mí. Por eso necesitamos seguir creciendo y aprendiendo. Es un proceso que continúa durante toda nuestra vida, y añadiría también que es un proceso que me parece muy emocionante. ¿Por qué no hacer el compromiso ahora mismo de pasar el resto de su vida aprendiendo a disfrutar de la mejor vida que Dios tiene disponible para usted a través de Jesucristo? Efesios 2:10 habla de esa vida cuando dice:

Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica.

Genre:

On Sale
Sep 11, 2018
Page Count
272 pages
Publisher
FaithWords
ISBN-13
9781546010241

Joyce Meyer

About the Author

JOYCE MEYER is a #1 New York Times bestselling author and one of the world’s leading practical Bible teachers. Her broadcast, Enjoying Everyday Life, airs daily on hundreds of television networks and radio stations worldwide. Joyce has written nearly 100 inspirational books. Bestsellers include God Is Not Mad at You; Making Good Habits, Breaking Bad Habits; Living Beyond Your Feelings; Power Thoughts; Battlefield of the Mind; and The Confident Woman. Joyce holds conferences throughout the year, speaking to thousands around the world.

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