Promotion
Use code DAD23 for 20% off + Free shipping on $45+ Shop Now!
Gobierna tu día
Seis claves para maximizar tu éxito y acelerar tus sueños
Contributors
By Joel Osteen
Formats and Prices
Price
$15.99Price
$21.99 CADFormat
Format:
- Trade Paperback (Spanish) $15.99 $21.99 CAD
- Diary $19.99 $24.99 CAD
- ebook $14.99 $19.99 CAD
- ebook (Spanish) $2.99 $3.99 CAD
- Hardcover (Large Print) $26.00 $33.00 CAD
- Hardcover $24.00 $30.00 CAD
- Audiobook Download (Unabridged)
- Trade Paperback $17.99 $22.99 CAD
- Trade Paperback $15.99
- Audiobook CD (Unabridged) $35.00 $44.00 CAD
This item is a preorder. Your payment method will be charged immediately, and the product is expected to ship on or around March 8, 2022. This date is subject to change due to shipping delays beyond our control.
Also available from:
Seguramente te gustaría saborear cada momento, alcanzar tu mejor vida, entablar relaciones productivas y ver cómo tus sueños se hacen realidad. Sin embargo, las distracciones, los retrasos y las decepciones secuestran implacablemente tus planes y socavan tus buenas intenciones. Si bien no puedes controlar todo lo que se te presente, puedes controlar la manera en que los reveses inesperados de la vida afectan tu actitud, tus emociones, tus pensamientos y tus acciones.
En su más reciente obra, el autor de éxitos de ventas del New York Times, Joel Osteen, te muestra cómo ser intencional y gobernar tu día. Con su sabiduría distintiva y su positividad inquebrantable, Joel revela seis claves para reclamar el control sobre cada nuevo día. Además, te enseña cómo identificar los pensamientos incorrectos, reformular tu visión para el futuro, elevarte por encima de tus circunstancias, proteger tu corazón y tu mente contra la negatividad, y trascender las distracciones para que te concentres en lo más importante.
Cuando trabajas con los recursos que Dios te ha dado y tomas el control de tu tiempo, puedes recuperarte de las decepciones, evitar que pensamientos venenosos entren en tu atmósfera y disfrutar plenamente del brillante futuro que te espera. No te conformes con sobrevivir cuando podrías prosperar: ¡Gobierna tu día!
Rule your day, or your day will rule you!
You would like to savor each moment, grow into your best life, engage in productive relationships, and see your dreams come to pass. But distractions, delays, and disappointments relentlessly hijack your plans and undermine your good intentions. While you can’t control everything that comes your way, you can control how life’s unexpected setbacks affect your attitude, emotions, thoughts, and actions.
In his latest work, #1 New York Times bestselling author Joel Osteen shows you how to be intentional and Rule Your Day. With his trademark wisdom and unwavering positivity, Joel reveals six keys for claiming control over each new day. He teaches you how to identify faulty thinking, recast your vision for the future, rise above your circumstances, guard your heart and mind against negativity, and transcend distractions to focus on what matters most.
When you work with the tools God has given you and take control of your time, you can bounce back from disappointments, prevent poisonous thoughts from entering your atmosphere, and fully enjoy the bright future that’s ahead of you. Don’t settle for surviving when you could be thriving—Rule Your Day!
Excerpt
CAPÍTULO UNO
Gobierna tu día
Tú tienes un sitio que te pertenece solamente a ti. Este incluye tus pensamientos, tus actitudes y tus emociones. Ahí es con quien pasas el tiempo. Ahí está lo que ves y lo que escuchas. Esa es tu atmósfera. Es sobre lo que tienes control. La razón por la que algunas personas viven preocupadas, ofendidas y pesimistas es porque dejan entrar todo a ese sitio. Escuchan las noticias durante todo el día, se entretienen pensando en el informe médico y van a comer con personas que lo que hacen es criticar. Alguien les corta el paso en el tráfico y eso les amarga el resto de la mañana. El problema es que no gobiernan su atmósfera. Tienes que tener cuidado con lo que permites entrar a tu vida. No puedes evitar que venga lo negativo, pero puedes evitar que llegue a tu espíritu.
Tienes que mantener tu atmósfera llena de fe, llena de alabanza, llena de esperanza, llena de victoria. Depende de ti decir a cualquier cosa que intente envenenar esa atmósfera: “No, gracias. No eres bienvenida aquí”. Si alguien te deja fuera del grupo en el trabajo y no te invita a una reunión, la ofensa vendrá diciéndote: “Enfádate, amárgate. Eso no está bien”. Puedes dejar penetrar esa ofensa y vivir molesto, o puedes decir: “Lo siento, ofensa. No eres bienvenida aquí. Lo siento, amargura. No hay lugar para ti. Permaneceré en paz. Disfrutaré este día”. No tienes control sobre lo que hacen los demás, pero sí tienes control sobre tus pensamientos, tus actitudes y cómo respondes a ello.
El escrito de Proverbios dice: “Una persona que no gobierna su espíritu es como una ciudad con los muros derribados”. En la época del rey Salomón, las murallas eran las que protegían la ciudad. Si los muros estaban caídos, la oposición podía entrar y tomar la ciudad. De la misma manera, si no mantienes algunos muros alrededor de tu espíritu, si no gobiernas tu atmósfera y pones algunos límites, entonces todo va a entrar. Si tu hijo se desvía, en lugar de confiar que Dios lo tiene en las palmas de sus manos, la preocupación entrará y no podrás dormir por la noche. Si tu negocio se enlentece o pierdes un cliente, en lugar de saber que Dios es tu fuente y que Él va a proveerte, el estrés vendrá y los pensamientos ansiosos dirán: ¿Qué voy a hacer? Si alguien está hablando de ti tratando de hacerte quedar mal, en lugar de dejar que Dios pelee tus batallas, permitirás que la ofensa entre. Vivirás a la defensiva, tratando de demostrarles que estás bien, lo cual es perder un tiempo valioso en lo que no importa. No necesitas su aprobación; Dios ya te ha aprobado. Ahora mantén tus muros levantados. Deja de permitir que toda esa negatividad entre en tu espíritu. Tu tiempo es demasiado valioso, tu tarea demasiado importante para dejar que todo entre. Sé selectivo. Si algo no es positivo ni esperanzador ni trae buenas noticias, no pierdas tu tiempo en ello. No puedes controlar a todo el mundo, pero sí puedes controlar tu atmósfera.
Gobierna sobre tu reino
La Escritura dice que Dios te creó para ser un rey, que debes reinar en la vida. Las cosas negativas van a venir, pero tienes que recordar que tú eres el gobernante. Tienes la autoridad para decidir lo que permites entrar. ¿Voy a insistir en esta ofensa? ¿Voy a compartir con esta persona que lo que hace es desanimarme? ¿Voy a seguir centrado en esta mala racha y vivir en la autocompasión? Depende de ti. Tú gobiernas tu reino con tus actitudes y con las que elijas enfocarte.
Cuando ponemos las noticias, hay tantas cosas negativas. Nos enteramos de los desastres naturales, la división en la política, el malestar en nuestra sociedad. Si permites que esa división entre en tu espíritu, si permites que la falta de respeto y la ira entren, van a contaminar tus pensamientos, robarán tu alegría y te vas a amargar. Tienes que ser proactivo. ¿Qué es lo que estás mirando y escuchando? ¿Eso te está edificando, te hace estar más positivo y más esperanzador, o te está destrozando, estresando, enfadando y molestando? No necesitas eso en tu atmósfera. La vida es lo suficientemente dura, sin añadir todas esas cosas negativas que la hacen más difícil.
Un hombre me comentó que, mientras conducía al trabajo, él escuchaba la radio durante una hora todos los días. Se trataba de noticias y política, con gente que llamaba para discutir y debatir. Se ponía tan nervioso, tan molesto, que cuando llegaba al trabajo estaba enfadado e insoportable. Me dijo: “Joel, no me gustaba en lo que me había convertido. Nadie quería estar cerca de mí. Era muy difícil llevarse bien conmigo”. Un día encontró nuestra estación SiriusXM y comenzó a escucharla. En lugar de absorber toda la negatividad que lo contaminaba en esa hora con la otra sintonía, empezó a absorber palabras edificantes, palabras de fe, esperanza y victoria. Luego me testificó: “Soy una persona diferente ahora. Soy positivo. Estoy agradecido. Espero con ansias ir al trabajo. Disfruto de los demás”. Su compañero de trabajo incluso le preguntó por qué era mucho más feliz y amigable. Fue porque se deshizo del veneno de su atmósfera”.
Me gusta ver las noticias, y es bueno estar informado, pero no puedes escucharlas todo el día y mantener la fe. No puedes llevar eso a tu espíritu y tener la energía, la concentración y la creatividad para dar lo mejor de ti. “Bueno, Joel, me gustaría que Dios me ayudara a hacerlo mejor”. Dios ya ha hecho su parte. Él te ha hecho un rey. Te ha dado la autoridad y el poder para gobernar tu atmósfera. No puedes controlar todo lo que te rodea, pero sí puedes controlar lo que entra en ti. ¿Están tus muros edificados? ¿Estás gobernando tu espíritu?
¿Con quién te sientas?
También es importante con quién pasas el tiempo. Evalúa tus amistades. ¿Te hacen tus amigos mejorar, te inspiran y te desafían a ir más allá? ¿O te están desanimando, te hacen transigir y sacan lo peor de ti? Eso está contaminando tu atmósfera. Te vas a parecer a la gente con la que te juntas. Si tus amigos no tienen lo que tú quieres, si no te están ayudando a alcanzar nuevos niveles, si no tienen buenas actitudes, si no son fieles y confiables, necesitas hacer un cambio. La vida es corta y no tienes tiempo que perder con personas que no aportan nada a tu vida. Sí, hay que ayudar a los demás a subir más alto, pero tú necesitas unos cuantos amigos que te ayuden a ti a subir más alto. Esta es una de las principales cosas que detiene a la gente. Si dejas de pasar tiempo con la gente equivocada, tu vida pasará a un nuevo nivel. No deberías ir a comer con personas de tu oficina que son celosas, que hablan mal del jefe, que se quejan de la empresa. Los espíritus son transferibles. Si te juntas con gente celosa, te volverás un celoso. Si te juntas con gente infiel, te vas a convertir en un infiel.
La Escritura dice: “No te quedes inactivo en el camino de los impíos”. Eso significa que no puedes ser pasivo cuando se trata de gente que contamina tu vida. “Joel, he sido amigo de ellos durante años. Si no como con ellos, puedo herir sus sentimientos”. ¿Qué pasa si pierdes tu destino? ¿Qué pasa si te impiden el futuro asombroso que Dios tiene reservado para ti? No te quedes inactivo y dejes que envenenen tu atmósfera. Tus oídos no son cubos de basura para escuchar chismes. No has sido creado para recibir los últimos rumores. Tienes grandeza en ti. Dios te ha llamado a dejar tu huella, a llevar a tu familia a un nuevo nivel. No pierdas tu valioso tiempo en cosas insignificantes, con gente de mentalidad estrecha que no te hace avanzar.
Entre menos tiempo pases con algunas personas, mejor estarás. Algunas personas son ladrones de sueños. Te dirán todas las razones por las que no puedes lograr tu objetivo, o por qué no puedes ponerte bien, o cómo nunca dejarás la adicción. No necesitas ese veneno en tu atmósfera. No te quedes inactivo con gente que no cree en ti, con gente que no está de acuerdo con tu sueño.
Necesitas algunas águilas
Cuando estábamos tratando de adquirir el Compaq Center, primero nos reunimos con un grupo de abogados. Uno de los abogados dijo: “Joel, te ayudaré, pero no creo que lo consigas. Es una batalla demasiado grande. La ciudad no va a venderlo a una iglesia”. Eso me entró por un oído y me salió por el otro. Era como si él estuviera hablándole a una pared. Pensé: Lo siento, duda. No eres bienvenida aquí. Lo siento, pensamiento limitado. No perteneces a esta atmósfera. No sabes quién es mi Dios. Permanezco lleno de fe, lleno de esperanza, lleno de expectativa. Después de esa reunión, le dije a nuestro personal que no quería a ese hombre en nuestro equipo. Tenía experiencia, era respetado y conocedor, pero si alguien no está a tu favor, si tienes que convencerlo de lo que Dios ha puesto en tu corazón, no lo necesitas. No dejes que envenenen tu espíritu y te convenzan de que no puedes cumplir tu sueño. Gobierna tu atmósfera. Deshazte de los pesimistas. Deja de pasar tiempo con gente que no ve tu grandeza, que no valora lo que tienes para ofrecer y que no reconoce el llamado de Dios para tu vida. He aprendido que, si te deshaces de las personas equivocadas, Dios te traerá a las personas correctas. Él traerá conexiones divinas, personas que se pondrán de acuerdo contigo, gente que te empujará hacia adelante y te ayudará a alcanzar tu destino.
Lo único que detiene a algunas personas es aquellas con las que pasan tiempo. La vida es demasiado corta para pasarla con personas negativas, las que te dicen que no puedes hacerlo, personas celosas, críticas, gente de mente estrecha. Necesitas algunas águilas en tu vida. Necesitas algunas personas que se elevan, personas que están haciendo grandes cosas, gente que tiene una gran actitud. Pero aquí está la clave: no puedes volar con las águilas si te juntas con las gallinas. Las gallinas se refieren a personas que tienen la cabeza baja, enfocadas en el suelo, centradas en lo que no pueden hacer. Aquellas que dicen: “Este problema es demasiado grande”. No se pueden alcanzar nuevos niveles pasando el rato con pavos, con gente que es transigente, que toma la salida fácil, que son mediocres. Tampoco verás tu grandeza juntándote con cuervos, con gente que se queja, que encuentra fallos, que siempre ve lo peor. Tú eres un águila. Dios te creó para volar. Ahora necesitas asociarte con otras águilas, con gente que te inspire para elevarte más alto, no con gente que te arrastre hacia abajo.
Cuando estás cerca de ciertas personas, ellas drenan toda tu energía. Siempre tienen un problema, te cuentan lo que está mal y lo mala que es la vida. Son sanguijuelas de energía. Cuando los dejas, te sientes como si acabaras de correr un maratón. No puedes soportar eso de forma regular y alcanzar tu potencial. Sí, está bien ayudarles y animarlos, pero si eres el que siempre está dando y nunca recibes, eso está fuera de equilibrio. Necesitas a alguien que te anime, alguien que te dé vida. No te quedes ahí inactivo alrededor de personas que sabes que te limitan, que no sacan lo mejor de ti. “Joel, si no me junto con ellos, no tendré amigos. Me sentiré solo”. Puede que te sientas solo por una temporada, pero Dios te traerá nuevos amigos, mejores amigos, amigos que te empujen hacia arriba y que no te tumben.
Gobierna tu atmósfera
En el Salmo 59, David estaba huyendo del rey Saúl, escondiéndose en el desierto. Había sido bueno con Saúl, pero éste estaba celoso de él. Saúl no podía soportar que la gente celebrara a David más que a él. Saúl y su ejército perseguían a David, haciéndole la vida imposible. David dijo: “No les he hecho ningún mal, pero ellos me han tendido una emboscada. Vienen a mí por la noche, gruñendo como perros feroces”. David siguió describiendo lo malo que era para él. Podría haberse asustado y haberse enfadado. Pero, en medio de todo esto, David continuó diciéndole a Dios: “Pero en cuanto a mí, cantaré sobre tu poder. Gritaré de alegría cada mañana. Porque tú eres mi refugio, un lugar de refugio en tiempo de angustia”. David entendió este principio. No podía controlar a Saúl. No podía hacer que Saúl no estuviera celoso. No podía cambiar las mentes de sus enemigos, pero podía gobernar su atmósfera. No dejó entrar la preocupación, el miedo, la amargura o el pánico. Su actitud fue: Voy a permanecer en paz. No voy a pensar en lo injusto que es. No voy a meditar en lo que no funcionó. Dios, te alabaré en medio de esta tormenta. Voy a gritar de alegría a pesar de lo que venga contra mí. No puedes gobernar la atmósfera de otras personas y no puedes hacer que hagan lo correcto, pero sí puedes gobernar tu atmósfera.
Genre:
- On Sale
- Mar 8, 2022
- Page Count
- 144 pages
- Publisher
- FaithWords
- ISBN-13
- 9781546000716
Newsletter Signup
By clicking ‘Sign Up,’ I acknowledge that I have read and agree to Hachette Book Group’s Privacy Policy and Terms of Use