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El Campo de Batalla de la Mente
Ganar la Batalla en su Mente
Contributors
By Joyce Meyer
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Ella enseña cómo manejar los miles de pensamientos que las personas piensan cada día, y cómo enfocar la mente del modo en que Dios piensa. Y comparte las pruebas, tragedias y victorias finales su propio matrimonio, familia y ministerio que le llevaron a una verdad maravillosa y transformadora; y revela sus pensamientos y sentimientos a cada paso del camino.
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Introducción a la edición actualizada
El campo de batalla de la mente fue publicado originalmente en 1995. Me complace decir que este sigue siendo mi libro de más éxito, aunque hayan pasado muchos años. De la edición en inglés se han vendido más de tres millones de copias, y se ha traducido a cuarenta y siete idiomas… y sigue mostrando solidez. La obra ha jugado un papel tan decisivo en las vidas de las personas que nos vimos obligados a crear ediciones para niños y adolescentes, así como un devocional diario basado en principios del libro. En nuestro ministerio hemos tenido innumerables testimonios de hombres y mujeres que han experimentado cambios positivos en sus vidas como consecuencia de leer el libro y aplicar sus principios bíblicos. Hay personas que se han liberado de toda clase de adicciones, desórdenes de alimentación, temor, preocupación, odio a sí mismas, y muchos otros problemas.
Recuerdo la historia de una mujer que había pasado años entrando y saliendo de programas para el tratamiento de un desorden de alimentación que le amenazaba la vida. Sus padres habían gastado más de cien mil dólares sin que ella tuviera ninguna mejoría. La mujer casi había renunciado a la esperanza de sentirse bien alguna vez, hasta que leyó El campo de batalla de la mente. Declaró que en ocasiones en que sentía la tentación de comer en exceso para después inducirse el vómito, se inclinaba frente al sanitario por el que se le había estado yendo la vida, oraba y leía en voz alta El campo de batalla de la mente hasta que pasaba la tentación. Hoy día ella está completamente libre de ese mal y ayuda a otros que han sufrido lo mismo.
Otra historia que me ha bendecido en gran manera es la de un judío que por accidente derribó una pila de libros en la librería Barnes and Noble. Al recogerlos y tratar de amontonarlos otra vez se topó con El campo de batalla de la mente. Lo abrió esperando encontrar algo de lo cual burlarse y terminó comprando el libro. Lo escondió de su esposa porque no quería que ella lo agarrara leyendo un libro de una escritora cristiana. El hombre se interesó en los principios que leyó y compró una Biblia, la que también ocultó de su esposa. Con el tiempo descubrió que su mujer también estaba leyendo a escondidas una Biblia. Ambos recibieron a Jesús como Salvador y jugaron un papel decisivo en dirigir también a otros familiares a la salvación a través de Jesús.
Nuestra vida cambia cuando averiguamos que los pensamientos errados son la raíz de nuestros problemas, y que podemos dar un giro diferente a la existencia con solo cambiar nuestra manera de pensar. La Palabra de Dios nos enseña que debemos renovar nuestra mente para así aprender a pensar como piensa el Señor. Al hacerlo podemos entonces disfrutar la vida que Dios desea que tengamos: de libertad, provecho, paz y gozo.
Todo un nuevo mundo se abre ante nosotros cuando aprendemos a elegir nuestros propios pensamientos en vez de permitir que el diablo sature nuestra mente con cosas que van a destruirnos. Debemos aprender a responsabilizarnos de nuestros pensamientos y palabras porque estos producen nuestras acciones. Es imposible comportarnos mejor a menos que tengamos mejores pensamientos.
Nuestros televidentes casi siempre escogen como favoritos nuestros programas que tienen que ver con sus mentes y pensamientos. ¿Por qué? Porque nuestras mentes nos dan más problemas que todo lo demás. ¡Queremos paz mental! Deseamos tener pensamientos sanos y vivificantes en lugar de aquellos que producen toda clase de sufrimiento. El campo de batalla de la mente nos enseña qué podemos hacer, y nos muestra cómo hacerlo.
A fin de preparar esta edición especial de El campo de batalla de la mente debí leer todo el libro. ¡De veras que me gustó! No lo había leído desde que lo escribí, y personalmente me animó y me edificó. La obra es fácil de leer y contiene una de las verdades básicas de la que debemos apropiarnos para tener acceso a la nueva vida que se nos ofrece por medio de nuestra relación con Cristo. En esta edición he añadido nuevo material que refleja mayor estudio y discernimiento que Dios me ha dado a través de los años desde que el libro se publicara por primera vez. También he incluido actualizaciones que muestran cómo el Señor se ha movido en situaciones que discutí en la primera edición. Me alegra mucho que estés a punto leer este libro porque creo de veras que te transformará la vida.
También creo que esta obra te beneficiará aunque hayas creído en Jesucristo hace poco o ya hayas estado caminando con Él por mucho tiempo. Oro porque disfrutes el libro y porque sea de bendición para tu vida.
PRIMERA PARTE:
Importancia de la mente
Introducción
Porque las armas de nuestra contienda no son carnales [armas de carne y sangre], sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas; [Por cuanto vamos] destruyendo especulaciones y todo razonamiento altivo que se levanta contra el [verdadero] conocimiento de Dios, y poniendo todo pensamiento en cautiverio a la obediencia de Cristo (el Mesías, el Ungido).
2 CORINTIOS 10:4-5
¿Cómo podemos expresar la importancia de nuestros pensamientos lo suficiente, a fin de transmitir el verdadero significado de Proverbios 23:7 "Pues como piensa [una persona] dentro de sí, así es…"?
Mientras más tiempo sirvo a Dios y estudio Su Palabra, más me percato de la importancia de los pensamientos y las palabras. Con regularidad, el Espíritu Santo me dirige a estudiar estos campos.
Ya he dicho—y estoy convencida de que es cierto—que mientras estemos en esta tierra, necesitaremos estudiar estos campos de los pensamientos y las palabras. No importa cuánto sepamos de cualquier campo, siempre hay nuevas cosas que aprender, y otras que habíamos aprendido antes, que hace falta refrescar.
¿Qué significa en realidad Proverbios 23:7? La Versión Reina Valera, dice: Porque cual es su pensamiento [de un hombre] en su corazón, tal es él. Otra traducción dice: "Tal como un hombre piensa en su corazón, así se vuelve".
La mente es el líder o precursor de todos los actos. Romanos 8:5 lo deja bien claro: Porque los que viven conforme a la carne, ponen la mente en las cosas de la carne, pero los que viven conforme al Espíritu, en las cosas del Espíritu.
Nuestros actos son el resultado directo de nuestras ideas. Si tenemos una mente negativa, tendremos una vida negativa. Si, por otro lado, renovamos nuestra mente de acuerdo con la Palabra de Dios, como promete Romanos 12:2, verificaremos por experiencia propia "cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, aceptable y perfecto" para nuestras vidas.
He dividido esta obra en tres partes principales. La primera trata de la importancia de los pensamientos. Quiero grabar en tu corazón para siempre que necesitas comenzar a pensar en qué estás pensando.
Pues los problemas de mucha gente tienen sus raíces en patrones de pensamiento que en realidad producen los problemas que los agobian en sus vidas. Satanás ofrece ideas torcidas a todo el mundo, pero no tenemos que aceptar sus ofertas. Aprende cuáles ideas son aceptables para el Espíritu Santo, y cuáles no lo son.
En 2 Corintios 10:4-5 queda muy claro que tenemos que conocer la Palabra de Dios lo suficientemente bien como para ser capaces de comparar lo que tenemos en la mente con lo que Dios tiene en Su mente; cualquier pensamiento que intente exaltarse por encima de la Palabra de Dios hemos de aplastarlo y traerlo cautivo a Jesucristo.
Ruego a Dios que este libro te ayude a hacer esto.
La mente es el campo de batalla. Es de vital necesidad que nuestros pensamientos concuerden con los de Dios. Es un proceso que tomará tiempo y estudio.
Jamás te des por vencido, porque irás cambiando poco a poco. Mientras más cambias tu mente para mejorar, más cambiará tu vida para mejorar también. Cuando empieces a ver el buen plan de Dios para ti en tu mente, empezarás a andar en él.
Capítulo 1
La mente es el campo de batalla
Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne [contendiendo sólo con oponentes físicos], sino contra principados, contra potestades, contra [los espíritus dominantes que son] los poderes de este mundo de tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestes [sobrenaturales].
EFESIOS 6:12
De las anteriores Escrituras deducimos que estamos en guerra. Por el estudio cuidadoso de este versículo nos enteramos de que nuestra batalla no es contra otros seres humanos, sino contra el diablo y sus demonios. Nuestro enemigo, Satanás, intenta derrotarnos con estrategia y falsedad, mediante planes bien calculados y engaños deliberados.
El diablo es un embustero. Jesús lo llamó … mentiroso y el padre de la mentira (Juan 8:44). Nos miente a ti y a mí. Nos dice cosas de nosotros, de otras personas y de las circunstancias que simplemente no son verdad. Sin embargo, no nos dice toda la mentira de una sola vez.
Comienza bombardeándonos la mente con un patrón ingeniosamente imaginado de fugaces pensamientos irritantes. Él conoce nuestras inseguridades, nuestras debilidades y nuestros temores. Sabe qué nos molesta más. Está dispuesto a invertir todo el tiempo que haga falta para derrotarnos. Uno de sus puntos fuertes es la paciencia.
DERRIBANDO LAS FORTALEZAS
Porque las armas de nuestra contienda no son carnales [armas de carne y sangre], sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas; [Por cuanto vamos] destruyendo especulaciones y todo razonamiento altivo que se levanta contra el [verdadero] conocimiento de Dios, y poniendo todo pensamiento en cautiverio a la obediencia de Cristo (el Mesías, el Ungido).
2 Corintios 10:4-5
Mediante su cuidadosa estrategia y su astuto engaño, Satanás intenta levantar "fortalezas" en nuestra mente. Una fortaleza es un área en la cual nos mantiene en atadura (en prisión) debido a cierta manera de pensar.
En este pasaje, el apóstol Pablo nos dice que tenemos las armas que necesitamos para vencer las fortalezas de Satanás. Aprenderemos más acerca de estas armas después, pero ahora mismo, por favor observa que otra vez vemos que estamos enzarzados en una guerra, la guerra espiritual. El versículo 5 nos muestra claramente donde está situado el campo de batalla en el cual se desarrolla esta guerra.
La traducción de La Biblia de las Américas nos dice que hemos de empuñar estas armas y refutar los argumentos. El diablo discute con nosotros; nos ofrece teorías y razonamientos. Toda esta actividad tiene lugar en la mente.
La mente es el campo de batalla.
RESUMEN DE LA SITUACIÓN
Así que hasta ahora hemos visto que:
1. Estamos enzarzados en una guerra.
2. Nuestro enemigo es Satanás.
3. La mente es el campo de batalla.
4. El diablo se ocupa diligente en levantar fortalezas en nuestra mente.
5. Lo hace mediante estrategia y engaño.
6. No tiene prisa; se toma su tiempo para llevar a cabo su plan.
Examinemos su plan con más claridad mediante una parábola.
EL LADO DE MARÍA
María y su esposo Juan no están disfrutando de un matrimonio feliz. Hay conflictos entre ellos todo el tiempo. Ambos están enfadados, amargados y resentidos. Tienen dos hijos que se están afectando con los problemas en el hogar. El conflicto se está reflejando en su rendimiento escolar y su conducta. Uno de los hijos presenta problemas estomacales causados por los nervios.
El problema de María es que no sabe cómo permitir que Juan sea el cabeza de familia. Ella es mandona; quiere tomar todas las decisiones, manejar el presupuesto y disciplinar a los hijos. Quiere trabajar para tener su "propio" dinero. Es independiente, gritona, exigente y regañona.
Ahora puede que estés pensando: "Lo que necesita es conocer a Jesús".
¡Ya Lo conoce! María recibió a Jesús como su Salvador hace cinco años; tres años después que ella y Juan se casaran.
"¿Me quieres decir que no ha habido un cambio en María desde que recibió a Jesús como su Salvador?"
Sí, ha habido un cambio. Ella cree que irá al cielo, a pesar de que su mala conducta le hace sentir condenación constante. Ahora tiene esperanza. Antes de que conociera a Jesús, se sentía desdichada y sin esperanzas; ahora sólo se siente desdichada.
María sabe que su actitud está mal. Ella quiere cambiar. Ha recibido consejo de dos personas, y toma cada oportunidad que tiene para que oren por ella y pide para vencer la cólera, la rebelión, la falta de perdón, el resentimiento y la amargura. ¿Por qué no ha podido mejorar más?
En Romanos 12:2 se encuentra la respuesta: No os adaptéis a este mundo (esta era) [conformados y adaptados a sus costumbres externas y superficiales], sino transformaos (cambiaos) mediante la renovación [completa] de vuestra mente [por sus nuevos ideales y su nueva actitud], para que verifiquéis [por experiencia propia] cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, aceptable y perfecto [en Su opinión para ti].
María tiene fortalezas en su mente. Han estado allí durante años. Ella ni siquiera sabe cómo llegaron allí. Entiende que no debería ser rebelde, dominante, regañona, etcétera, pero no sabe qué hacer para cambiar su naturaleza. Parece que simplemente reacciona en ciertas situaciones en una manera impropia porque no puede controlar sus actos.
María no puede controlar sus actos porque no controla sus pensamientos. Ni siquiera sabe que eso es una opción para ella. No controla sus pensamientos porque hay fortalezas en su mente que el diablo erigió allí muy temprano en su vida.
Satanás empieza a desarrollar sus bien urdidos planes y a sembrar su engaño deliberado a muy temprana edad. En el caso de María, sus problemas empezaron hace mucho tiempo, en su niñez.
Cuando era niña María tenía un padre sumamente dominante, quien a menudo le daba de nalgadas sólo porque estaba de mal humor. Si ella se equivocaba en un movimiento, él descargaba su cólera sobre ella. Durante años sufrió inerme mientras su padre la maltrataba a ella y a su madre. Él le faltaba el respeto en todas las formas a su esposa y a su hija. Sin embargo, el hermano de María nunca parecía hacer nada mal. Parecía que lo favorecía sólo por ser varón.
Cuando María cumplió los dieciséis años, ya Satanás le había lavado el cerebro, diciéndole mentiras por este estilo: "Los hombres se creen que son importantes. Son todos iguales; no se puede confiar en ellos. Te lastimarán y se aprovecharán de ti. Si eres hombre, ya tienes resuelta tu vida. Puedes hacer lo que quieras. Puedes mandar a la gente que te rodea, ser jefe, tratar a la gente como te parezca y nadie puede hacer nada al respecto (especialmente las esposas e hijas)".
Como resultado, María estaba decidida: "¡Cuando pueda escapar de esto, nadie podrá abusar de mí otra vez!"
Ya Satanás estaba librando la guerra en el campo de batalla de su mente. Dale vueltas a esos pensamientos una y otra vez en tu cabeza cientos de miles de veces durante un período de diez años, y mira a ver si estás listo para casarte y volverte una dulce esposa sumisa y amante. Incluso si por algún milagro desearas serlo, no sabrías cómo hacerlo. Esta es la clase de embrollo en que María se encontraba hoy. ¿Qué podría hacer? ¿Qué podría hacer cualquiera de nosotros en semejante situación?
LAS ARMAS DE LA PALABRA
… Si vosotros permanecéis en mi palabra, verdaderamente sois mis discípulos, y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
JUAN 8:31-32
Aquí Jesús nos dice cómo hemos de lograr la victoria sobre las mentiras de Satanás. Tenemos que adquirir el conocimiento de la verdad de Dios en nosotros, renovar nuestras mentes con Su Palabra, y después emplear las armas de 2 Corintios 10:4-5, derribar las fortalezas y toda cosa altiva que se levante contra el conocimiento de Dios.
Estas "armas" son la Palabra recibida por medio de prédicas, enseñanzas, libros, CDs, DVDs, conferencias, seminarios y estudios bíblicos privados. Pero tenemos que "permanecer" (perseverar) en la Palabra hasta que se convierta en la revelación dada por inspiración del Espíritu Santo. Perseverar es importante. En Marcos 4:24 Jesús dice: … La medida [de reflexión y estudio] con que medís [la verdad que escuchas] seréis medidos [en virtud y conocimiento]… Repito, tenemos que continuar usando el arma de la Palabra.
Otras dos armas espirituales disponibles para nosotros son la alabanza y la oración. La alabanza derrota al diablo más rápido que ningún otro plan de batalla, pero tiene que ser genuina alabanza del corazón, no sólo de dientes para afuera o un método que se prueba para ver si da resultado. Por otra parte, la alabanza y la oración implican la Palabra. Alabamos a Dios de acuerdo con Su Palabra y Su bondad.
La oración es la relación con la Divinidad. Es venir y pedir auxilio o hablar con Dios de algo que nos preocupa. Es comunión, amistad y una oportunidad para expresar gratitud por quien Dios es y por todo lo que hace.
Si quieres tener una vida de oración eficaz, desarrolla una buena relación personal con el Padre. Sabe que Él te ama, que está lleno de misericordia, que te ayudará. Conoce a Jesús. Él es tu amigo. Murió por ti. Conoce al Espíritu Santo. Él está contigo todo el tiempo como tu ayudador. Permite que te ayude.
Aprende a llenar tus oraciones con la Palabra de Dios. El salmo 9:10 dice que buscamos a Dios sobre la autoridad de su Palabra y el derecho de nuestra necesidad.
Así, nuestras armas son la Palabra empleada de varios modos. Podemos orar la Palabra, hablar la Palabra, cantar la Palabra y estudiar la Palabra. Tal como Pablo nos dice en 2 Corintios, nuestras armas no son carnales (de carne); son espirituales. Nos hacen falta armas espirituales porque estamos combatiendo contra espíritus maestros, sí, incluido el mismo demonio. Aun Jesús empleó el arma de la Palabra en el desierto para derrotar al diablo (Lucas 4:1 13). Cada vez que el diablo le mintió, Jesús respondió con "Escrito está", y le citó la Palabra.
En tanto María aprende a usar sus armas, empezará a demoler las fortalezas que han sido erigidas en su mente. Conocerá la verdad que la hará libre. Verá que no todos los hombres son como su padre terrenal. Algunos lo son, pero muchos no. Su esposo, Juan, no lo es. Juan ama mucho a María.
EL LADO DE JUAN
El otro lado de la historia implica a Juan. Él también ha tenido problemas que son factores contribuyentes a la situación que él y María enfrentan en su matrimonio, su hogar y su fa milia.
Juan debería haber tomado su posición como cabeza de familia. Dios lo ha destinado a proveer liderazgo espiritual en su hogar. Juan también ha nacido de nuevo y sabe cuál es el orden adecuado para la vida familiar. Sabe que no debería permitir que su esposa controlara la casa, el presupuesto familiar, a los niños, y a él. Sabe todo esto, pero no hace nada al respecto excepto sentirse derrotado, mostrarse retraído y refugiarse en la televisión y los deportes.
Juan se está escondiendo de su responsabilidad porque odia las confrontaciones. Prefiere adoptar una actitud pasiva, pensando: "Bien, si dejo todo así, quizás se resuelva por sí solo". O inventa excusas por no actuar diciendo: "Oraré por eso". Por supuesto, es bueno orar, pero no como un modo de evadir responsabilidades.
Permíteme aclararte lo que quiero decir cuando afirmo que Juan debería asumir la posición que Dios le ha destinado en el hogar. No me refiero a que él debiera presentarse como "señor Macho", alardeando y desbarrando acerca de su autoridad. Efesios 5:25 nos enseña que el hombre debe amar a su esposa como Cristo ama a su Iglesia. Juan necesita asumir su responsabilidad, y con la responsabilidad viene la autoridad. Él debe ser cariñosamente firme con su esposa. Debe asegurarle a María que aunque ella haya sido lastimada cuando era niña, al entregarse a Dios mediante su confianza en Él, ganará confianza en que no todos los hombres son como era su padre.
Juan debía estar haciendo un montón de cosas; pero lo mismo que María, él también tiene "esquemas mentales" que le abren la puerta al diablo para mantenerlo cautivo. También hay una batalla en pleno fragor en la mente de Juan. Al igual que María, abusaron de él verbalmente en su niñez. Su dominante madre tenía una lengua afilada y con frecuencia le decía cosas muy hirientes, como: "Juan, eres un desastre; nunca llegarás a ser nada".
Juan intentó complacer a su madre con todas sus fuerzas porque deseaba ardientemente su aprobación (como todos los niños); pero mientras más se esforzaba por lograrlo, más errores cometía. Tenía el hábito de ser desmañado, así que su madre todo el tiempo le repetía qué "torpe" era. Por supuesto, él dejaba caer las cosas porque estaba tratando con tanto empeño de complacer, que se ponía nervioso, y echaba a perder sus intentos.
También sufría algunos desafortunados rechazos de niños con quienes deseaba hacer amistad. Este tipo de cosas nos sucede a la mayoría de nosotros en algún momento de nuestras vidas, pero para Juan fue devastador porque ya había sufrido el rechazo de su madre.
Y también hubo una chica que le gustaba de veras en sus años de escuela superior, quien lo rechazó por otro muchacho. Para cuando todas estas cosas habían dejado su marca indeleble en la vida de Juan, y el diablo había bregado diligente en él, erigiendo fortalezas en su mente durante años y años, Juan sencillamente no tenía valor para hacer otra cosa que quedarse quieto, tímido y retraído.
Juan es un tipo de persona apacible que simplemente decide no hacer olas. Durante años ha recibido ideas dirigidas a él que son por este estilo: "No sirve de nada decirle a nadie lo que piensas: de todas formas no van a oír. Si quieres que la gente te acepte, lo único que puedes hacer es seguirles la corriente. Simplemente deja las cosas como están, nada que digas hará una diferencia de todas formas".
Las pocas veces que trató de hacer valer su punto de vista en algún asunto, parecía que él siempre terminaba perdiendo, así que al final decidió que las confrontaciones no merecían la pena del esfuerzo.
"De todas formas voy a perder al final", razonaba, "así que, ¿para qué empezar algo?"
¿CUÁL ES LA RESPUESTA?
El Espíritu del Señor está sobre mí [el Ungido, el Mesías], porque me ha ungido para anunciar el Evangelio [las buenas nuevas] a los pobres. Me ha enviado para proclamar libertad a los cautivos. Y la recuperación de la vista a los ciegos; para poner en libertad a los oprimidos [quienes están pisoteados, lastimados, aplastados y quebrantados bajo la calamidad]; para proclamar el año favorable del Señor [el día en que la salvación y los dones de Dios abunden y se desborden].
Lucas 4:18-19
Con los problemas conflictivos de Juan y María, no es difícil de imaginar lo que es su vida doméstica. Recuerda, ya dije que había muchísimo conflicto allí. El conflicto no siempre es guerra abierta. Muchas veces, el conflicto es una corriente subterránea de ira en el hogar que todo el mundo sabe que está ahí, pero nadie la enfrenta. La atmósfera en este hogar es terrible, está llena de tensión ¡y el diablo está encantado!
¿Qué sucederá con Juan y María y sus hijos? ¿Lograrán vencer? Son cristianos; sería una vergüenza que su matrimonio fracasara y su familia quedara arruinada. Sin embargo, todo está en manos de ellos. Juan 8:31-32 será una Escritura clave para su decisión. Si siguen estudiando la Palabra de Dios, conocerán la verdad, y actuar en la verdad los liberará. Pero ambos tienen que enfrentar la verdad acerca de sí mismos y sus pasados, mientras Dios se lo revela.
Genre:
- On Sale
- Apr 13, 2011
- Page Count
- 304 pages
- Publisher
- FaithWords
- ISBN-13
- 9780892968565
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