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El poder del favor
The Force That Will Take You Where You Can't Go on Your Own
Contributors
By Joel Osteen
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El Creador del universo ha puesto una distinción en su vida.
Lo que Dios tiene en su futuro, usted solo no lo puede lograr. Donde quiera que vaya, usted lleva una ventaja, un empoderamiento divino y una llave para abrir las puertas correctas. Se llama favor.
Dios está obrando en su vida entre bastidores. Él lo está preparando para un endoso, equipándolo para algo que nunca ha visto: promoción, influencia, relaciones que lo llevarán a un nuevo nivel. Cuando se dé cuenta de que ha sido marcado para recibir sus bendiciones, sentirá la fuerza del favor de Dios y superará los desafíos que no hubiera podido enfrentar por sí mismo.
En El poder del favor, Joel lo alienta a ver cómo el poderoso favor de Dios está en usted siempre. Dios desea que alcance nuevos niveles de satisfacción, nuevos niveles de aumento, nuevos niveles de victoria. ¡Usted ha sido llamado, separado y escogido para vivir una vida claramente favorecida!
There is a distinction on your life that is put there by the Creator of the universe.
What God has in your future you can’t accomplish on your own. Everywhere you go, you have an advantage, a divine empowerment, and a key to open up the right doors. It is called favor.
God is working behind the scenes in your life. He is setting you up for an endorsement, setting you up for something you’ve never seen—promotion, influence, relationships that will catapult you to a new level. When you realize you have been marked for blessings, you will feel the force of His favor and overcome challenges that you couldn’t on your own.
In The Power of Favor, Joel encourages you to see how God’s powerful favor is on you every day. God wants you to reach new levels of fulfillment, new levels of increase, new levels of victory. You have been called out, set apart, and chosen to live a distinctively favored life!
Excerpt
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CAPÍTULO 1
El poder del favor
Lo que Dios tiene en su futuro no puede usted lograrlo por sí mismo. Hay lugares donde Él va a llevarlo y donde usted mismo no puede ir. Habrá obstáculos que parecen demasiado grandes, sueños que parecen imposibles. Necesitará ayuda para el lugar a donde va. La buena noticia es que Dios ha puesto algo en usted que le da una ventaja, algo que abrirá puertas que usted no puede abrir, algo que le hará destacar entre la multitud. Se llama “favor”. El favor hará que lleguen a usted buenas rachas y cambios. El favor le llevará desde el segundo plano hasta el primer plano. El favor le dará un trato preferencial, cosas que usted no merece. No era el siguiente en la línea, pero obtuvo el ascenso. Puesto en papel no tenía sentido, pero el préstamo se aprobó. Esa persona que estaba en contra suya, por alguna razón cambió y ahora le favorece. Eso no fue una coincidencia. Eso fue el favor de Dios.
Podemos trabajar duro, ser fieles y diligentes, y eso es importante, pero eso solamente nos llevará hasta cierto nivel. Llegaremos tan lejos como lo permita nuestra educación, tan lejos como lo permita nuestro trasfondo. Pero cuando Dios sopla su favor sobre usted, sucederán cosas que usted no pudo lograr que sucedieran; se abrirán oportunidades que usted no veía venir. Las personas correctas le seguirán. He oído decir: “Un toque de favor vale más que toda una vida de labor”. Solamente un buen cambio, una llamada telefónica, conocer a una persona, puede catapultarle a un nuevo nivel. Usted ha trabajado duro, ha sido fiel, ha honrado a Dios. Ahora prepárese para el favor. Prepárese para que Dios intervenga. Él está a punto de hacer algo inusual, algo que usted no ha visto, buenas rachas por las que usted no trabajó, un ascenso que no merecía. No se puede explicar, ni usted puede apropiarse del mérito. Es el favor de Dios.
Dios le dijo a Noé que construyera un arca, un barco de 450 pies de longitud. Noé no era constructor, esa no era su profesión. Parecía imposible, pero Dios nunca nos pedirá que hagamos algo sin darnos el favor para hacerlo. Usted tiene favor. La pregunta es: ¿tiene la fe? ¿Va a convencerse a usted mismo para no hacerlo? “No tengo los recursos. No conozco a las personas adecuadas. No tengo el talento”. Eso está bien, porque usted tiene algo que compensa todo eso: el favor está sobre su vida.
Es bueno tener educación académica, pero solamente la educación no es suficiente. Solamente el talento no es suficiente. Usted necesita favor que prepara el lugar donde va. Quizá no conozca a las personas adecuadas, pero no se preocupe, pues Dios las conoce y Él ya ha preparado conexiones divinas, personas que llegarán a su vida y utilizarán su influencia para abrir puertas, para darle oportunidad que le hará avanzar. No tiene que manipular a la gente, intentar convencerlos para caerles bien, o hacer concesiones para lograr lo que quiere. Si alguien no está a su favor, no lo necesita. No malgaste tiempo y energía intentando ganarse a la gente. Las personas a quienes Dios ha preparado para usted no tienen otra opción. Quizá usted no les cae bien, pero de todos modos le ayudarán. Se esforzarán por ser buenos con usted. No tiene que buscarlos. Ellos le encontrarán. Usted siga honrando a Dios, creyendo y esperando. El favor sobre su vida hará que las personas adecuadas aparezcan.
La gente en tiempos de Noé no tenía interés alguno por Dios. Vivían como querían, haciendo fiestas y adorando ídolos. Dios estaba tan indignado que estaba a punto de destruir la tierra mediante un gran diluvio. Podría haber aniquilado a todo el mundo y haber comenzado desde cero, pero la Escritura dice que Noé halló favor ante los ojos del Señor. ¿Por qué halló favor él y no las otras personas que lo rodeaban y estaban a punto de perecer? El versículo siguiente dice que Noé seguía continuamente la voluntad de Dios y hacía lo correcto. Noé pudo haber cedido, haberse ajustado, podría haber hecho lo que hacía todo el mundo, pero tomó la decisión de caminar en obediencia. Cuando usted honra a Dios, cuando lo pone a Él en primer lugar, hallará favor ante los ojos del Señor. Hay una bendición sobre su vida que lo levantará cuando los demás vayan hacia abajo.
El favor lo lleva a destacar
“Bueno, si tengo favor, ¿por qué estoy teniendo estas dificultades? ¿Por qué estas personas vienen contra mí? ¿Por qué el negocio va más lento?”. Tener favor no significa que no tendrá retos, pero el favor es lo que evitará que esos retos lo derroten, y algunas veces Dios le pondrá en una situación para así poder mostrarle su favor. Una definición de favor es “endosar, llevar a destacar, dar notoriedad”. Si le pide a alguien que endose su libro, encuentra a una persona que tiene más influencia, más credibilidad, y mayor seguimiento que usted. Cuando esa persona pone su nombre en su libro, su prominencia le da a usted más credibilidad instantáneamente.
Oprah Winfrey solía tener su club de lectura. Posiblemente el autor o la autora quizá era desconocido, y nadie había oído jamás de ese escritor. Sin el endoso de ella, el libro vendía unos pocos miles de ejemplares, pero cuando Oprah decía en su programa de entrevistas: “Este es un libro estupendo. Deberían leerlo”, este sencillo endoso podía causar que el libro vendiera cientos de miles de ejemplares.
Es estupendo tener el endoso de las personas, pero necesita usted prepararse. El Creador del universo está a punto de endosarlo. Dios va a hacer suceder cosas que son tan grandes y tan sorprendentes, que las personas sabrán que no pudo haberlo hecho usted solo. El reporte médico decía que usted estaba acabado. “¿Cómo se recuperó?”. Dios lo endosó. Su favor causó que usted se sobrepusiera a lo que parecía imposible. “¿Cómo llegó a tener tanto éxito su negocio? ¿Cómo pudo adelantar tanto? Fuimos a la misma escuela”. Dios lo endosó. Él mostró su favor de modo que los demás supieran que usted le pertenece a Él.
Esto es lo que le sucedió a Daniel en la Escritura. El favor no sacó a Daniel de los problemas. Los problemas eran una preparación para que Dios endosara a Daniel, para llevarlo a destacar. Daniel era un adolescente que vivía en un país extranjero. El rey emitió un decreto que decía que nadie podía orar a ningún dios excepto al rey mismo, pero Daniel adoraba a Jehová. Él tomó la decisión de que no iba a ceder, de modo que siguió orando como hacía cada día. Algunas personas lo vieron orando y fueron corriendo a decírselo al rey. El rey hizo que metieran a Daniel en un foso de leones hambrientos. Ese debería haber sido el final, pero por alguna razón los leones no pudieron abrir sus bocas. Puedo oír a uno de esos leones diciendo: “Tengo hambre. Quiero comerme a este muchacho, pero mis mandíbulas están atascadas”.
El favor no le saca del foso de los leones, pero el favor evitará que los leones le hagan daño. A la mañana siguiente, el rey fue a ver cómo estaba Daniel. Cuando descubrió que Daniel estaba bien, declaró: “De ahora en adelante todos vamos a adorar al Dios de Daniel”.
“Bueno, Joel, quizá eso fue un golpe de suerte. Tal vez los leones no tenían hambre aquel día”. No, cuando sacaron a Daniel del foso de los leones, el rey hizo que lanzaran al foso a las personas que estaban en contra de Daniel, y antes de llegar al fondo del pozo, los leones los despedazaron. Cuando los demás vieron eso, supieron que el Señor estaba del lado de Daniel.
Dios va a hacer algunas cosas que le harán a usted destacar, le llevarán a nuevos niveles de influencia y credibilidad. Las personas pueden debatir lo que usted dice, pero no pueden debatir lo que ven. Cuando le vean dirigiendo la empresa, pagando por completo su casa, y graduándose con honores, sabrán que Dios le está respaldando. Cuando vean que rompe usted esa adicción, que vence al cáncer, que sale del foso de los leones sin sufrir daño, y logra sueños que están muy por encima de su alcance, sabrán que la mano de Dios está sobre su vida y que Él está a punto de llevarlo a un lugar de mayor prominencia. Usted ha estado en un segundo plano el tiempo suficiente, sirviendo con fidelidad y ayudando a otros sin obtener ningún reconocimiento. Está llegando su momento.
David pasó años en los campos con las ovejas cuidando del rebaño de su padre, y estoy seguro de que a veces pensaba: No tengo favor. Nunca haré nada grande. Estoy atascado aquí. Nadie cree en mí. Lo cierto es que no tiene que tener personas que crean en usted. El Dios Altísimo cree en usted. Cuando David derrotó a Goliat, esa victoria, ese solo endoso, lo lanzó a un nuevo nivel de su destino y compensó todos aquellos años de soledad. Quizá usted siente que se está quedando atrás, que es demasiado tarde para alcanzar un sueño, o que nunca se pondrá bien. Lo que Dios puede hacer por usted en un momento lo situará cincuenta años más adelante en el camino. Ese es el poder del endoso de Dios.
El sello de aprobación
Usted habrá visto un sello de aprobación en ciertos productos. Puede estar marcado por fuera de la caja de una empresa, y puede estar en un producto poco conocido. Nadie ha oído jamás de ese producto, pero cuando esa gran empresa le pone su sello, su sello de aprobación, tiene notoriedad y prominencia no debido a lo que es sino debido a quien lo endosó. El Creador del universo está a punto de poner su sello sobre usted. Él ya le ha aceptado y aprobado, pero está a punto de endosarlo; está a punto de salir a la luz pública; va a mostrar a la gente que usted le pertenece a Él. Usted va a lograr lo que no pudo lograr por sí mismo. Personas van a esforzarse para ayudarle. Usted va a derrotar gigantes que son mucho más grandes. La gente no cree que usted tiene una oportunidad, pero no saben lo que hay sobre usted; aún no pueden ver el favor, pero cuando Dios respalde, cuando Él intervenga, no van a tener ninguna duda de que el Señor está de su lado.
Los hermanos de José lo lanzaron a un pozo y finalmente lo vendieron como esclavo. Fue acusado falsamente de un delito, lo metieron en la cárcel por algo que no hizo. Tenía todas las probabilidades en contra, pero la Escritura dice que José tenía favor en todo lo que hacía. Una cosa que he aprendido es que no se puede mantener derribado a un hombre favorecido. No se puede mantener derribada a una mujer favorecida. Quizá tenga usted algunos obstáculos o situaciones injustas, pero eso no significa que no tiene favor. Los retos nos llegan a todos, pero el favor es el motivo de que usted no vaya a quedarse derrotado. El favor es el motivo por el que va a regresar a lo más alto.
José pasó trece años en un segundo plano, siendo ignorado y maltratado. Hubo muchas noches solitarias, pero él no se amargó; siguió haciendo lo correcto. Un día, el faraón tuvo un sueño que nadie podía interpretar, de modo que sacaron a José de la cárcel y lo llevaron a la presencia del faraón. Ahora estaba delante de una de las personas más poderosas de aquella época. José interpretó el sueño, y el faraón quedó tan impresionado que convirtió a José en el primer ministro, la segunda persona al mando. Puedo imaginar que aquella reunión no tomó más de una hora. José entró como un esclavo encarcelado; una hora después, salió como primer ministro.
Usted no sabe lo que Dios puede hacer en una hora. Él puede tomar años de sufrimiento, años de ser pasado por alto, años de oraciones, de creer sin ver ninguna victoria, y en una hora, Él no solo puede liberarlo, no solo puede hacer que se cumpla un sueño, sino que también puede hacer algo que le catapulta a un nivel nuevo de su destino. ¿Cómo puede suceder eso? El favor sobre su vida. Cuando Dios sopla sobre usted, se abrirán puertas sobrenaturalmente. Obstáculos que parecen permanentes, desaparecerán. Personas que estaban en su contra, estarán de repente a su favor.
Años después, los hermanos de José llegaron al palacio buscando comida, los mismos que lo habían lanzado al pozo. Había una gran hambruna en su país, y habían viajado hasta Egipto. Ahora José, que era el primer ministro, estaba a cargo de la provisión de alimentos. Los hermanos habían hecho todo lo posible para humillarlo, pero Dios sabe cómo endosarnos. Él sabe cómo situarnos en una posición de prominencia.
Quizá siente que está en un pozo en este momento. No se desaliente. Todos tenemos paradas en pozos a lo largo del camino en la vida. La buena noticia es que ese no es su destino final. Dios tiene un endoso en camino, y he aprendido que mientras mayor es la oposición, mayor es el endoso. Parecido a un arco y una flecha, mientras el enemigo intenta echarlo más hacia atrás, más usted avanzará. Él cree que lo está empujando hacia atrás para ocultarlo, pero no entiende que le está situando para disparar más lejos de lo que usted nunca imaginó. Cuando Dios diga que es el momento, usted disparará hacia la prominencia, disparará hacia nuevos niveles de influencia, liderazgo, respeto, ingresos y credibilidad.
Cuando los hermanos vieron a José y finalmente se dieron cuenta de quién era, casi se desmayan. Pensaban que se habían librado de él, pero lo que ellos propusieron para mal, Dios lo usó para bien. Dios no solo va a librarlo a usted, no solo va a sacarlo fuera, también va a respaldarlo, va a situarlo en una posición de prominencia donde las personas podrán verlo honrado, respetado y admirado.
Está siendo preparado para el endoso
Por más de cuarenta años, la Iglesia Lakewood estuvo ubicada en un barrio en el lado noreste de Houston, y con el tiempo esa zona de la ciudad se volvió más industrial y un poco más deteriorada. Cuando yo era pequeño, Lakewood se reunía en un pequeño edificio de acero, con sillas plegables de metal y un estacionamiento de grava. Teníamos un edificio de madera portátil para las guarderías, y algunas personas nos miraban con desdén porque no podíamos permitirnos mucho. Éramos de segunda clase. Estábamos en desventaja.
Cuando me convertí en pastor, hubo ciertas personas a las que veía durante la semana que no eran parte de Lakewood y no me lo hacían pasar bien. Apenas reconocían incluso que yo estaba allí. Pero en diciembre de 2003, el ayuntamiento de Houston votó para que tuviéramos el anterior Compaq Center como nuestro edificio. Pasamos de estar en la parte industrial de la ciudad con carreteras angostas, en un barrio donde apenas alguien podía encontrarnos, a estar en la segunda autopista con más movimiento del país en uno de los edificios más conocidos y prestigiosos en nuestra ciudad. Ese cambio nos catapultó a niveles de influencia y respeto que no podríamos haber alcanzado por nosotros mismos en toda nuestra vida, y aquellas mismas personas que no me lo hacían pasar bien comenzaron a preguntarme si podía reservarles asientos. Yo les dije: “Claro que lo haré, justo al lado de la bandera”.
¿Qué estoy diciendo? Dios sabe cómo endosarlo; Él sabe cómo hacer que le vean bajo una luz diferente. No se desaliente por el lugar donde está. Dios ve lo que está sucediendo y toma nota. Él va a enderezar los caminos torcidos. Él escucha la falta de respeto, escucha a los demás burlándose. La Escritura dice que Dios escuchó a Miriam (también María) criticar a Moisés a sus espaldas. Quizá otros no se lo han hecho pasar bien, pero no se preocupe, pues llega el endoso, no de personas sino del Dios Altísimo. Él va a hacer cosas que están fuera de su liga, cosas que usted no podría hacer suceder. Él no solo le sorprenderá a usted, sino que también las personas que le rodean quedarán sorprendidas.
Cuando personas me felicitaban por haber conseguido el Compaq Center, yo pensaba: Si tú supieras. Sí, oré y creí, pero Dios hizo suceder cosas que yo nunca habría podido hacer que sucedieran. La Escritura dice que Dios cambiará el corazón del rey. Dios cambió a miembros del consejo municipal que habían estado contra nosotros por años, y de repente nos favorecían.
En este momento, Dios está obrando entre bastidores en su vida. Le está preparando para un endoso, le está preparando para algo que usted no ha visto nunca: promoción, influencia, relaciones que le lanzarán a un nuevo nivel. Ese voto del ayuntamiento probablemente tomó diez minutos. El alcalde llevó la moción allí, se produjo un poco de diálogo, y entonces catorce miembros del consejo votaron. Es asombroso lo que Dios puede hacer en diez minutos. Esos diez minutos cambiaron el curso de mi vida. Es asombroso lo que Dios puede hacer en una hora: José reuniéndose con el faraón. Es asombroso lo que Dios puede hacer en una noche: Daniel protegido en el foso de los leones.
Llega “ese día” para usted
Dios tiene algunos de esos momentos de destino preparados ya para usted. Ahora no puede verlos, y si Él se los mostrara, usted pensaría: No hay modo de que eso suceda. Pero cuando Dios le endosa, no es como cuando las personas le muestran favor. Cuando Dios lo hace, le catapulta hacia adelante, y no va a tomar mucho tiempo. Sí, usted tiene que ser fiel. José estuvo en lugares difíciles por trece años, pero solamente le tomó una hora poder salir. Él no lo vio llegar. Se despertó esa mañana pensando que era otro día normal y corriente en la cárcel, pero no sabía que ese era su día para ser endosado. No sabía que ese día era un momento de destino.
Lo que Dios tiene para usted va a suceder inesperadamente. Usted está haciendo lo correcto, honrándolo a Él y, de repente, alguien llamará y le ofrecerá el ascenso. El reporte médico dirá que ya no hay cáncer, el contrato saldrá adelante, o se encontrará con la persona de sus sueños. ¿Qué sucedería si nos levantáramos cada día y dijéramos: “Padre, gracias por endosarme hoy; hazle ver a los demás que yo soy tu hijo”?
Cuando los israelitas estaban a punto de cruzar el río Jordán, Dios le habló a Josué: “Hoy comenzaré a engrandecerte ante los ojos de todos los israelitas”. Dios estaba diciendo: “Josué, este es tu momento. Estoy a punto de endosarte. El pueblo va a ver la grandeza que he puesto en ti. Has estado en el segundo plano sirviendo a Moisés y siendo fiel, pero hoy vas a pasar a la primera línea”. No mucho después de aquello, Josué condujo a los israelitas a la Tierra Prometida.
La Escritura dice que ese día Dios engrandeció a Josué ante los ojos de todo el pueblo. Dios tiene “ese día” para usted, un momento en que Él le hará grande, cuando Él hará que usted destaque, en el que logrará cosas grandes que nunca soñó que podría hacer. Usted lo sabrá, y las personas que le rodean verán la grandeza en usted.
Helen Major fue miembro de Lakewood por mucho tiempo. Enseñó en la escuela elemental por casi cuarenta años, invirtiendo fielmente lo mejor de ella en los niños. Tuvo un ascenso tras otro, y después se convirtió en directora asistente y después en la directora. Tras una carrera muy distinguida, se jubiló. Meses después se abrió una nueva escuela en el distrito escolar. La junta escolar votó unánimemente para ponerle el nombre de Escuela Elemental Helen Major. Ella nunca soñó con que una escuela llevara su nombre, pero Dios sabe cómo endosarnos. Él sabe cómo hacer que nuestra vida sea significativa, y no es para que podamos decir: “Miren quiénes somos. Miren cuán grandes somos ahora”. Se trata de permitir que se vea la gloria de Dios por medio de nosotros. Dios quiere hacer de usted un ejemplo de su bondad, y si camina en humildad y siempre le da a Dios el mérito, no hay un límite con respecto a cuán alto le llevará Él.
Romanos 8 dice que toda la creación gime esperando el día en que Dios revele quiénes son realmente sus hijos. Está hablando de cuando lleguemos al cielo, pero incluso ahora, Dios va a mostrar a los demás que le pertenecemos a Él. Toda la creación está a la espera de que usted entre en ese día. El escenario está preparado, y la audiencia está en su lugar. Usted siga honrando a Dios, y Él mostrará a los demás quién es usted realmente. Va a llevarle a una posición de mayor prominencia.
Puede que usted esté entre bastidores como yo solía estar cuando realizaba la producción televisiva en Lakewood, y no hay nada de malo en eso, pero Dios tiene algo más grande. Él va a usarlo para lograr algo significativo, no solo para hacer una pequeña parte. Usted va a brillar; va a destacar. La gente va a ver la grandeza en usted. Es bueno celebrar a otros, es bueno animar a los amigos; es bueno admirar a quienes van por delante de nosotros, pero Dios no quiere que vivamos en modo animador, pensando siempre en cuán grandes son otros. ¿Puedo decirle que hay grandeza en usted? Usted tiene talento, creatividad, habilidad, valentía y fuerza. Todo eso va a mostrarse de una manera más grande, y cuando entre en “ese día” cuando Dios le respalda, los demás van a dar un paso atrás y decir: “Vaya, no sabía que eso estaba en él. Nunca soñé que resplandecería tanto”. Dios va a mostrar a las personas quién es usted realmente.
El favor se da para cumplir su propósito
Hubo una joven judía en la Escritura llamada Ester. Quedó huérfana al perder a sus padres. Vivía en el exilio en Persia. No parecía que ella haría alguna vez algo grande; pero un día el rey buscaba una nueva reina. Él decidió realizar un concurso de belleza en toda la nación para así poder escoger a la siguiente reina. El rey envió a personas a buscar a muchachas jóvenes, y llevaron a Ester a ese concurso. Ester nunca había sido preparada para ser reina, ni tampoco tenía la formación, pues no provenía de una familia destacada. Situaron a todas las jóvenes delante del rey. Todas ellas eran hermosas, todas vestían a la última moda, y todas tenían los mejores peinados y maquillajes. Puedo imaginar que el rey miró sus currículums. Algunas de ellas provenían de riqueza e influencia. Otras tenían currículums impresionantes, una educación estupenda, y destacaban en su campo. Había muchas opciones obvias, pero por alguna razón el rey escogió a Ester, una huérfana, una extranjera.
Cuando Dios nos respalda, nos hará destacar. Su favor hará que seamos preferidos. Podrían haber escogido a cualquier otro para el contrato, pero por alguna razón le escogieron a usted. Podrían haber comprado cualquier casa en el barrio, pero por alguna razón les gustó más la de usted. Había muchos alumnos que se merecían la beca, pero por alguna razón lo escogieron a usted. Dios sabe cómo hacerle atractivo, sabe cómo hacer que usted caiga bien a los demás. Algunas veces ni siquiera saben por qué, ni pueden señalarlo con el dedo. Simplemente hay algo en usted. Eso es Dios sonriéndole a usted.
“Bueno, Joel, eso suena muy bien, pero no tengo la formación, no tengo la experiencia”. Tampoco las tenía Ester. El favor es más poderoso que su currículum. El favor le llevará donde usted no tiene las calificaciones. El favor abrirá puertas donde usted mirará y pensará: ¿Como llegué hasta aquí? Yo era el menos probable. Ester nunca soñó con llegar a ser reina. Eso ni siquiera estaba en su radar. Pero cuando usted llega a “ese día” en el que Dios le respalda, Él le llevará a una prominencia que usted nunca imaginó. Hará que la oportunidad llegue a su camino. Ester no buscaba esa posición; la posición llegó a ella. Ella pasó desde la última fila a la primera fila. Más adelante, Ester utilizó su posición para salvar al pueblo judío de un complot para destruirlos. Creo que una razón por la que Dios le dio tal prominencia es que sabía que ella usaría la influencia para cumplir su propósito.
El favor no se trata de tener una casa más grande, un vehículo mejor o más cosas. No hay nada de malo en eso, pero ese no es el motivo por el cual Dios va a favorecerle. El favor se da para cumplir su propósito. Es para avanzar su reino. Cuando sus sueños están vinculados a ayudar a otros, a hacer del mundo un lugar mejor, a levantar al caído, entonces llegará a algunos de esos momentos de “ese día” cuando Dios brillará más sobre usted de lo que había imaginado jamás. Cuando Dios puede confiar en usted, lo llevará del anonimato a la notoriedad.
Ahora, usted ha trabajado mucho, ha sido fiel, ha dado a Dios. Prepárese, porque está a punto de levantarse el telón. Dios va a mostrar a las personas quién es usted realmente. Yo creo y declaro que está usted entrando en un nuevo nivel de prominencia, un nuevo nivel de influencia, un nuevo nivel de ingresos. Dios está a punto de endosarlo. ¡Personas van a ver la grandeza que Él puso en usted!
CAPÍTULO 2
Declare favor
Una manera en que nuestra fe es liberada es mediante nuestras palabras, y existe una conexión entre declarar favor y recibir favor. No es suficiente tan solo con creer que tiene usted favor; no es suficiente solo con esperar favor. Tiene que llevarlo un paso más lejos y declarar favor. Cada día debería declarar: “Tengo el favor de Dios. El favor está sobre mi familia. El favor está sobre mi salud. El favor está sobre mi negocio. El favor está sobre mis finanzas”. Cuando declaramos algo en voz alta, le damos el derecho a que llegue a pasar. Cuando enfrente situaciones difíciles, en lugar de estar desalentado pensando: ¿Por qué sucedió esto?
Genre:
- On Sale
- Dec 17, 2019
- Page Count
- 224 pages
- Publisher
- FaithWords
- ISBN-13
- 9781546035985
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