La oración de protección

Vivir sin miedo en tiempos peligrosos

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By Joseph Prince

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In these days of danger, trouble, and evil, New York Times bestselling author Joseph Prince reveals how God’s children can have round-the-clock protection through the power of prayer.

The Prayer of Protection unveils the Bible’s ultimate psalm of protection, Psalm 91, to help you understand more about how God guards His children. Joseph Prince offers simple keys and practical advice to finding and resting in the secret place of the Most High, where no evil can even come near you. You’ll begin to live unafraid and with boldness as you allow the certainty of your heavenly Father’s love and the sure promises of His Word to guard your heart against every fear. Come under the wings of the Almighty and live life divinely protected, positioned, and free from all fears with our covenant-keeping God!

Excerpt

INTRODUCCIÓN

Vivimos en tiempos peligrosos. Una época en la que una persona podría ser atacada por terroristas mientras está viendo un concierto; una época en que podría explotar una bomba mientras alguien está tomando un café con leche en su cafetería favorita; una época durante la cual una epidemia de un país podría extenderse a otros por medio de un solo viajero; una época en que terremotos, inundaciones y otras calamidades parecen estar sucediendo con demasiada frecuencia. Una época de violencia, conflicto y guerras.

Es difícil alejarnos del bombardeo constante de tales noticias negativas, pues nos llegan mediante nuestro flujo de noticias: aparecen en nuestras redes sociales, nos gritan desde los titulares de los periódicos y recorren nuestras pantallas mientras los nuevos aparatos nos ponen al corriente en directo de la violencia sin sentido que arruina tantas vidas.

Mi corazón se duele por aquellos cuyas vidas han quedado devastadas por los ataques impulsados por el odio, y también por aquellos cuyas realidades han sido sacudidas en desastres que están por encima de su control.

Desgraciadamente, ya sabemos que el mundo va a oscurecerse aún más.

Isaías 60:2 nos dice lo siguiente:

Tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones.

Pero tengo buenas noticias para usted, amigo. Buenas noticias de las promesas en la Palabra de Dios que le fortalecerán y le equiparán durante estos tiempos. Buenas noticias de la protección de Él y su favor sobre usted. Buenas noticias que declaran que usted está en este mundo, ¡pero no es de este mundo!

Isaías 60:2 no termina con oscuridad; sigue declarando lo siguiente:

Mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria.

Cuanto más oscuro se vuelva el mundo, con más fuerza brillará USTED. A medida que la oscuridad y la desesperación cubran la tierra, su luz se volverá cada vez más radiante, y usted será el faro de gracia y gloria de Él en medio de profunda oscuridad. El mundo le verá caminando en la plenitud de las bendiciones y el favor de Dios, y se preguntará cómo usted y su casa pudieron ser protegidos de la destrucción y el caos que rodea todo.

Puede que esté familiarizado con la historia del Antiguo Testamento de los amigos de Daniel, quienes fueron lanzados a un horno de fuego por negarse a postrarse ante el ídolo de oro del rey Nabucodonosor. El rey, sus gobernadores y sus consejeros fueron testigos por sí mismos de que el fuego no tenía poder alguno sobre los tres muchachos hebreos. Ni uno solo de sus cabellos fue quemado, ni tampoco sus vestiduras; de hecho, ¡todos ellos salieron del fuego sin ni siquiera oler a humo!

Querido lector, quiero que visualice a los amigos de Daniel saliendo de aquel horno de fuego sin haber sufrido ningún daño. Esa es una imagen de usted y yo en la actualidad.

En Cristo, estamos en este mundo pero no somos de este mundo. Incluso cuando seamos lanzados a las circunstancias más extremas y desafiantes, podremos salir de ellas sin sufrir daño alguno.

¡El mismo Señor Jesús que estuvo al lado de Sadrac, Mesac y Abed-nego en el horno está al lado de usted hoy!

La oscuridad es real; el fuego es real; los peligros en este mundo son sin duda alguna reales, pero la promesa de Él de que usted puede vivir protegido y sin ser tocado puede ser una realidad aún mayor en su vida.

Por eso he escrito este libro.

La Palabra de Dios nos dice que el temor implica tormento. Nuestro Padre celestial no quiere que ninguno de sus hijos amados sea atormentado por el temor. Su Palabra nos dice: "En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor" (1 Juan 4:18). Me gusta particularmente cómo lo expresa la versión Amplified en inglés, que dice que en el amor no hay temor [el temor no existe], sino que el amor desarrollado (completo, perfecto) echa por la puerta al temor y expulsa toda huella de terror.

Escribí este libro porque quiero que usted esté anclado en el amor protector de Dios por usted. Quiero que cada huella de temor sea expulsada de su corazón. Quizá el terrorismo, las guerras y las calamidades no carguen su corazón, pero sí lo hagan temores de circunstancias más inmediatas. Temor a perder su trabajo cuando hay rumores de despidos y recortes. Temor a que síntomas corporales que ha estado experimentando pudieran desarrollarse y convertirse en algo siniestro. Temor a que sus hijos de algún modo pudieran meterse en problemas y resultar heridos.

Pese a cualquier temor que esté atenazando su corazón, tengo mucho que quiero compartir con usted y que sé que fortalecerá su corazón. Usted no es un observador indefenso que no tiene opción alguna sino vivir en temor; no, usted ha sido apartado por su Abba celestial; es usted su hijo amado, ¡y Aquel que cuida de usted nunca duerme ni se adormece (véase Salmo 121:4)! Y aun así, no podemos dar por sentada su protección.

Por eso quiero mostrarle cómo puede hacer la oración de protección que se encuentra en el Salmo 91. Juntos, descubramos lo que dice la Biblia sobre la protección divina y aprendamos verdades que edifican la fe y que sé que le fortalecerán. Quiero que sea alentado por asombrosos testimonios de personas de todo el mundo que han experimentado de primera mano la protección de Dios. Nuestro Señor es el mismo ayer, hoy y para siempre. De la misma manera que Él libró de modo sobrenatural a los preciosos individuos cuyas historias leerá en este libro, Él le librará también a usted. Es mi oración que a medida que haga el viaje por las poderosas revelaciones contenidas en este libro, sea empoderado para vivir con confianza y sin temor en estos tiempos peligrosos.




Salmo 91

1 El que habita al abrigo del Altísimo

Morará bajo la sombra del Omnipotente.

2 Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío;

Mi Dios, en quien confiaré.

3 El te librará del lazo del cazador,

De la peste destructora.

4 Con sus plumas te cubrirá,

Y debajo de sus alas estarás seguro;

Escudo y adarga es su verdad.

5 Capítulo No temerás el terror nocturno,

Ni saeta que vuele de día,

6 Ni pestilencia que ande en oscuridad,

Ni mortandad que en medio del día destruya.

7 Caerán a tu lado mil,

Y diez mil a tu diestra;

Mas a ti no llegará.

8 Ciertamente con tus ojos mirarás

Y verás la recompensa de los impíos.

9 Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza,

Al Altísimo por tu habitación,

10 No te sobrevendrá mal,

Ni plaga tocará tu morada.

11 Pues a sus ángeles mandará acerca de ti,

Que te guarden en todos tus caminos.

12 En las manos te llevarán,

Para que tu pie no tropiece en piedra.

13 Sobre el león y el áspid pisarás;

Hollarás al cachorro del león y al dragón.

14 Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré;

Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.

15 Me invocará, y yo le responderé;

Con él estaré yo en la angustia;

Lo libraré y le glorificaré.

16 Lo saciaré de larga vida,

Y le mostraré mi salvación.




1

AL ABRIGO

El que habita al abrigo del AltísimoMorará bajo la sombra del Omnipotente.

—Salmo 91:1

Hay mucha difusión de miedo en cualquier lugar donde uno va hoy en día. En las noticias, en los periódicos, vía redes sociales y, desgraciadamente, también en los medios cristianos. Usted y yo sabemos que este tráfico de temor no se irá enseguida. Su medio de noticias local no va a comenzar a informar sobre los miles de aviones que aterrizaron de forma segura hoy. El temor genera audiencia televisiva y es un cebo de clics eficaz para las publicaciones en línea.

Sin embargo, es vital que no dejemos que el temor invada nuestro corazón. Como creyentes, no podemos alimentarnos del temor. Si su mente está enredada con nudos de ansiedad, quizá sea tiempo de que examine su dieta mental. ¿En qué ha estado meditando, consciente o inconscientemente? ¿Está ingiriendo y creyendo todo lo que ve en los noticieros, o está viviendo por lo que el Señor Jesús ha comprado para usted en el Calvario?

El lugar de descanso

Quiero compartir con usted una clave poderosa del primer versículo del Salmo 91, la oración de protección. Léalo conmigo (negritas del autor):

El que habita al abrigo del Altísimo

Morará bajo la sombra del Omnipotente.

La palabra hebrea para "habitar" es yashab, que significa sentarse, quedarse o establecerse.1 Por lo tanto, lo primero que Dios quiere que usted haga para disfrutar de su protección es descansar. Su protección, paz, amor y otras bendiciones fluyen en su vida cuando usted está en un lugar de descanso.

Detengámonos en la palabra habitar un poco más. Meditemos en lo que significa descansar o "sentarse". La Biblia dice que estamos sentados con Cristo a la diestra de Dios (véase Efesios 2:6, Hebreos 1:3). La palabra "sentado" es hermosa; significa que usted ya no está de pie y trabajando.

Bajo el antiguo pacto, el sacerdote tenía que ofrecer el sacrificio de la mañana a las 9:00 y después quedarse de pie durante seis horas hasta después del sacrificio de la tarde a las 3:00. Nuestro Señor Jesús fue crucificado a las 9:00 de la mañana y estuvo colgado en la cruz durante seis horas hasta que murió a las 3:00 de la tarde, cumpliendo así el tipo del sacrificio de la mañana y también del sacrificio de la tarde (véase Hebreos 10:11–12). Como Jesús se convirtió en el sacrificio final, la obra del sacerdote está hecha y ya no tiene que seguir de pie. Debido a que nuestro Señor gritó: "¡Consumado es!" en el Calvario (Juan 19:30), hoy nosotros estamos sentados en Cristo (véase Efesios 2:6). Podemos habitar al abrigo del Altísimo, un lugar de paz y seguridad, ¡porque la sangre de nuestro Señor Jesús ha pagado por cada bendición de protección del Salmo 91!

Ahora, debido a la obra terminada de nuestro Señor Jesús, podemos tener libre acceso a la presencia de nuestro Elyon, el Altísimo. Podemos habitar bajo la sombra del Omnipotente o Shaddai. Estos dos nombres hebreos de Dios, Elyon y Shaddai, en el primer versículo del Salmo 91 nos ayudan a poner nuestros problemas en perspectiva, ¿no es cierto? A nuestro juicio, nuestros retos actuales pueden parecer insuperables, pero cuando estamos descansando en la presencia de El Elyon, Dios Altísimo, el dueño del cielo y la tierra (véase Génesis 14:19), y habitando bajo la sombra de El Shaddai, Dios Omnipotente, el todosuficiente, ¡de repente nuestras adversidades no parecen tan intimidantes después de todo!

Mi oración para usted es que su perspectiva de Dios sea agrandada por el poder de su Palabra viva. Ya sea que esté lidiando con una situación económica difícil, un trastorno del sueño o que tenga pensamientos depresivos o incluso de suicidio, mi deseo es que usted descubra un Dios que le ama, y cuyas manos fuertes de protección están sobre toda su vida. Su protección divina, como descubrirá en el transcurso de este libro, no es unidimensional, sino que cubre cada área de su vida.

Crecer bien a pesar de un nacimiento prematuro

Recibí este precioso testimonio de alabanza de Carina, que vive en Carolina del Norte:

Querido pastor Prince:

Quiero compartir con usted un testimonio acerca de mi nieto, Caylen.

Caylen nació prematuro, tres meses antes, con un peso de 1 libra y 7 onzas (650 gramos). Estuvo en el hospital casi seis meses, y mientras estuvo allí sufrió tres operaciones quirúrgicas. Nos dijeron que sus probabilidades de supervivencia eran bajas. Aunque sobreviviera, tendría importantes retrasos en su desarrollo debido a su gran prematuridad.

Cuando lo hospitalizaron, le preguntaron a su madre si había algún versículo de la Biblia que quisiera poner sobre la incubadora de su hijo. Ella les dio el Salmo 91. Ni siquiera sé si mi hija tenía idea alguna del poder de poner ese salmo sobre su incubadora. Yo misma no supe lo poderoso que era hasta más adelante.

Caylen fue intervenido del corazón y también dos veces más del estómago. Le fue bien en todas las cirugías, tanto que el doctor le comentó: "No creo que el niño se dé cuenta de que supuestamente está enfermo".

Mi nieto tiene ahora seis años y no sufre ningún retraso en su desarrollo. Está avanzado en casi todas las áreas, sin retraso alguno ni en el desarrollo de su mente, ni de su cuerpo ni de su espíritu. ¡Gloria a Dios!

Dios llevó a Caylen a ese abrigo donde estaba seguro y recibió sanidad. Vi de primera mano que el mundo no pudo dañarle, y ahora él es un testimonio vivo y andante del poder y el amor de Dios.

Gracias por ministrarle tanto a él como a otros muchos.

¡Oh, cómo me anima leer este precioso testimonio! Declaro el favor y la sabiduría del Señor sobre Caylen, que crezca hasta convertirse en un gran hombre de Dios y continúe siendo un testimonio vivo del gran amor y de la gran gracia de Dios. Gracias, Carina, por escribir y compartir conmigo este testimonio de la bondad de Dios. No cabe duda de que hay poder en la Palabra de Dios. ¡Hay poder sanador en la oración de protección!

¿Es el abrigo de Dios para unos pocos selectos?

Carina mencionó que Dios llevó a Caylen a su "abrigo". ¿Dónde está este abrigo y cómo se puede llegar hasta allí? Antes de responder a esta pregunta, quiero que tenga cuidado con las predicaciones y enseñanzas sobre el Salmo 91 que dicen que "el abrigo del Altísimo" es un lugar al que solo una pequeña élite puede llegar, mientras que el resto nos quedamos sin acceso a él porque no hemos hecho lo suficiente, como orar durante ocho horas. Por lo general, la persona que enseña algo parecido a eso está intentando decir que hay un estándar de santidad que usted debe alcanzar para poder llegar al abrigo del Altísimo. Ahora bien, si eso fuera cierto y fueran necesarias ocho horas de oración en casa para estar en el abrigo del Altísimo, entonces ¿qué ocurre con los que tenemos trabajos de jornada completa y no podemos orar durante ocho horas, y que realmente necesitamos protección?

Piense en ello un momento. ¿Quién necesita más protección, el que ora en la seguridad de su hogar o el que trabaja fuera? Claramente, es quien trabaja fuera en el mundo donde son posibles los accidentes y donde está expuesto a todo tipo de virus. Sin embargo, según esta enseñanza, no puede acceder al abrigo ¡porque no ha orado ocho horas al día! ¿Acaso tiene esto algún sentido para usted? Por eso no me gusta la enseñanza que hace parecer a ciertas personas, especialmente el predicador, como parte de una pequeña élite. Las bendiciones del Señor no son solamente para una pequeña élite. Si una bendición es de nuestro Señor, todos pueden tener acceso a ella. El joven y el anciano, el fuerte y el débil, el rico y el pobre, todos tienen acceso por la fe a sus bendiciones dadas gratuitamente. ¿Puede alguien decir amén?

El abrigo: en Cristo

Déjeme decirle dónde está el abrigo del Altísimo. El abrigo del Altísimo es un lugar donde usted está en Cristo. ¿No está de acuerdo conmigo en que estar en Cristo es estar en el escondite más seguro? ¿Cómo llegó a estar en Cristo? Al recibir al Señor Jesús como su Señor y Salvador personal. Una vez que es creyente nacido de nuevo, nuestro Padre celestial le ve en Cristo. ¡Usted está seguro, protegido y a salvo en el escondite!

¿Recuerda cómo Noé estuvo a salvo en el arca cuando llegó el diluvio? Aunque Noé no era perfecto, Dios le veía como justo por su fe en Dios (véase Hebreos 11:7). Cuando llegó el diluvio, todos los que estaban fuera del arca murieron, pero Noé y su familia fueron protegidos y salvados. ¿Por qué? Porque estaban en el arca, que es un tipo de Cristo, quien es nuestra salvación (véase Hechos 4:12).

El arca no tenía ventanas a los lados, solo cerca del techo. La verdad aquí es que Dios no quiere que usted se enfoque en toda la oscuridad, terror y maldad que le rodea y que hay en el mundo. Él quiere que mire hacia arriba y sepa que su Hijo regresará a buscarlo a usted. Quiero que vea algo más: yo creo que hubo veces en que Noé quizá perdió el equilibrio y se cayó a medida que las aguas de la tormenta golpeaban el arca. Pero Noé se cayó en el arca; nunca se cayó fuera del arca.

De forma similar, para el creyente hoy, cuando el diablo le tienta y cae no pierde su posición en Cristo, sino que sigue en Cristo. En el libro de Proverbios dice: "Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse" (Proverbios 24:16). Verá, un creyente no entra y sale de la justicia. Nuestra justicia hoy es un regalo de nuestro Señor Jesucristo (véase Romanos 5:17). Esto significa que aunque podamos caer de vez en cuando porque somos seres humanos imperfectos, seguimos estando en Cristo nuestro arca y no perdemos sus bendiciones de protección.

Ahora bien, en caso de que se esté preguntando: ¿no hace esto que alguien viva descuidadamente? ¡Ciertamente no! Creo que saber que usted es justo en Cristo le hace vivir de forma responsable y honrando al Señor (véase Romanos 6:10–14). La revelación de nuestra justicia en Cristo produce una vida justa (véase Tito 2:11–12).

Valorar el abrigo

Mi querido lector, cuanto más crezca en la revelación y valoración de cómo la obra consumada de Jesús le ha situado a usted en Él, en el abrigo donde está seguro y protegido, más descanso encontrará en su corazón en vez de estar lleno de preocupaciones y temores. Algo poderoso ocurre en su corazón y en sus circunstancias externas cuando comienza a valorar el estar en Cristo, en el abrigo del cuidado, protección y amor del Padre.

Permítame darle una ilustración de lo que significa valorar algo. Supongamos que le traigo un violín antiguo y polvoriento con dos cuerdas de menos y le digo: "¿Acaso no es precioso?". Su reacción probablemente sería: "No me parece precioso; es viejo y sin valor". Pero si le dijera que es un Stradivarius original que pertenecía a un violinista famoso en todo el mundo, de repente su percepción de ese violín viejo y polvoriento cambiaría y pediría poder sostenerlo en sus manos. ¿Qué ocurrió? Su apreciación del violín cambió cuando entendió cuál era su verdadero valor.

Del mismo modo, quiero animarle a valorar lo precioso que es estar en Cristo, estar en el abrigo de la inseparable cercanía con Él, donde tenemos su amorosa presencia constantemente con nosotros, cuidándonos y protegiéndonos. Le aliento encarecidamente a que siga escuchando predicaciones ungidas que sigan revelándole quién es usted y lo que tiene en Cristo. Siga escuchando enseñanzas basadas en la gracia sobre las promesas de Dios de protegerle, así como buenos testimonios de la gracia y la protección de Dios sobre su pueblo. ¿Por qué? Porque al hacerlo, comenzará a valorar cada vez más estar al abrigo. Al hacerlo, comprobará que su corazón y su mente descansan cada vez más en Él; se despertará cada mañana confiando en su tierno cuidado, protección y preservación. Vivirá la vida lleno de esperanza y celo en vez de preocupación y temor, ¡y verá que Él le protege y le libra de todo lo que el enemigo quiera lanzar sobre usted!

Amigo mío, el "abrigo" habla de un lugar en Cristo, pero también habla de intimidad, ya que es un lugar de cercanía. Para estar bajo la sombra de un objeto, hay estar cerca de ese objeto. Hay veces cuando viajo a Israel con mis pastores y el sol es abrasador. Cuando estamos afuera, ya sea sobre el monte de las Bienaventuranzas o en Capernaúm, siempre intentamos buscar la sombra de un árbol. La diferencia de temperatura cuando estamos bajo el cobijo protector de un árbol es como la noche y el día. Al sol, no duraríamos mucho bajo el calor abrasador de sus rayos, pero bajo la sombra de un árbol podemos sentarnos durante horas, comentando la Palabra de Dios. De hecho, durante una de nuestras excursiones, hicimos y llevamos nuestros propios sándwiches y tuvimos un tiempo de refrigerio sentados y comiendo juntos bajo la sombra de un árbol.

Amado, estar al abrigo del Todopoderoso habla de cercanía, intimidad y protección; habla de un lugar de refresco y descanso. Cuando el Salmo 91 habla de habitar al "abrigo" del Altísimo, ese abrigo no es un lugar geográfico, sino intimidad espiritual con nuestro Señor Jesús. Del mismo modo, la oración de protección no es un hechizo o algún tipo de encantamiento mágico que le otorga protección. Es valorar su posición en Cristo y su cercana relación con Él, y ser hallado en ese abrigo con Él.

Él cuida de los suyos

Genre:

On Sale
Nov 8, 2016
Page Count
208 pages
Publisher
FaithWords
ISBN-13
9781455571765

Joseph Prince

About the Author

Joseph Prince is a leading voice in proclaiming the gospel of grace around the world through his teaching resources and television ministry. He is the senior pastor of New Creation Church, a vibrant and fast-growing church in Singapore, which has a congregation of more than 30,000. He separately heads Joseph Prince Ministries, Inc, an international broadcast ministry that seeks to build, encourage and inspire people with the gospel of Jesus Christ. He is the author of five books including Grace Revolution, The Prayer of Protection, and the New York Times bestseller, The Power of Right Believing.

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