Qué Puedes Esperar Cuando Estás Esperando

4th Edition

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By Heidi Murkoff

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ebook (Spanish)

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Announcing the new Spanish-language translation of What to Expect When You’re Expecting: 4th Edition, America’s pregnancy bible with over 16 million copies in print. Originally published as Que se Puede Esperar Cuando Se Esta Esperando, this new edition is a livelier, less formal, altogether more user-friendly Spanish-language version.

Approximately 1 million Hispanic-American women give birth each year. This is a book for the mother-to-be who either doesn’t speak English or doesn’t feel comfortable with her English; for the doctor who is having trouble communicating with a patient; for the expectant parents at a stressful time when what’s most familiar—their first language—is most welcome. The book will be the book to turn to for the broad range of Spanish-speaking Americans in the United States—be they Puerto Ricans in the Northeast, Cuban-Americans in Florida, Mexican-Americans on the west coast, Dominicans, and Spanish-speaking Americans of Spanish, and Central and South American descent.


Excerpt

Por Qué a Millones de Mamis, Papis
y Médicos les Encanta Qué Puedes
Esperar® Cuando Estás Esperando

“¡Lo que a ninguna madre le puede faltar!”.

—DRA. NIRA COLYN


NO TENGO PALABRAS PARA AGRADECER A ARLENE EISENBERG,
MI PRIMERA Y MáS IMPORTANTE COLABORADORA EN WHAT TO EXPECT
.
TU LEGADO DE BONDAD, COMPASIÓN E INTEGRIDAD PERDURAN ETERNAMENTE;
SERÁS AMADA Y RECORDADA POR SIEMPRE
.

Muchas (Muchas) Gracias

SI HAY ALGO QUE HE APRENDIDO EN los últimos 23 años, es que los niños no se crían solos… ni tampoco los libros se escriben solos (sin importar cuántas horas te quemes las pestañas mirando la pantalla en blanco).

Afortunadamente, no he tenido que cargar sola con ninguna de las dos tareas. Para la crianza infantil (oficialmente concluida aunque, seamos sinceros, ¿se termina alguna vez?), he tenido el mejor colaborador de paternidad… mi marido Erik, quien también es mi socio en Qué Puedes Esperar Cuando Estás Esperando. Para escribir el libro, he contado con el aporte de colegas y amigos que contribuyeron con su apoyo, sus sugerencias e ideas para la creación (y re-creación, re-creación… re-creación) de cuatro ediciones de Qué Puedes Esperar® Cuando Estás Esperando.

Algunas de esas manos amigas han pasado y se han ido, pero otras se han mantenido a mi lado desde el primer día y la primera edición. Mil gracias a:

Sandee Hathaway por todas tus valiosas contribuciones a Qué Puedes Esperar Cuando Estás Esperando. Eres una gran hermana y sobre todo una gran amiga.

Suzanne Rafer, editora y amiga, que guiaste fielmente Qué Puedes Esperar Cuando Estás Esperando desde la concepción hasta la entrega nada menos que cuatro veces, poniendo el punto a cada i y el palito en cada t, eliminando todo juego de palabras involuntario (y algún par de paréntesis). ¿Qué se encierra en un nombre? En lo que respecta a Qué Puedes Esperar Cuando Estás Esperando, mucho… y tenemos que agradecer a Suzanne por el memorable apodo que ayudó a lanzar no solamente 29 millones de ejemplares, sino también cientos de titulares, tiras cómicas y parodias.

Peter Workman, editor de integridad poco común y un compromiso a toda prueba, quien creyó en nuestro libro cuando las librerías no lo hacían, que permitió que las raíces de Qué Puedes Esperar Cuando Estás Esperando fueran arraigándose lentas pero seguras, que nunca abandonó la pequeña serie en potencia, y que cumplió.

Todos los demás en Workman que contribuyeron a nuestra más reciente entrega: David Matt, por creer en la evolución (de Cover Mom), por asumir riesgos artísticos y supervisar nuestra exigente y exitosa remodelación total. John Gilman, por tu paciencia extrema en esta remodelación extrema, y por hacer posible la magia de las ilustraciones. Lisa Hollander, por ser siempre mi diseñadora femenina favorita, como también Weiheng Tang. Tim O’Brien por infundir vida a Cover Mom, The Next Generation, y por hacer que finalmente tomara vuelo. Lynette Parmentier por recrear el fondo de nuestra portada como si fuera una colcha de verdad. Karen Kuchar por dibujar nuestras mamis (¡casi me hace desear volver a quedar embarazada!) y Tom Newsom por nuestros fetos fabulosos. Irene Demchyshyn por ir con la corriente y ayudar a mantenerla en movimiento. Y mis otros amigos fantásticos en Workman, incluyendo Suz2 (Suzie Bolotin), Helen Rosner, Beth Doty, Walter Weintz, Jenny Mandel, Kim Small y Amy Corley.

Mi otra colaboradora, Sharon Mazel. Tú eres mi yo en miniatura, mi otra (y mejor) mitad, mi mejor amiga. Y te quiero. A la hermosa Daniella, Arianne, Kira y Sophia, por compartir a su notable mami conmigo (y por enfermarte y fracturarte sólo en caso de extrema necesidad). Y al médico de la casa, Jay, por sus estupendas lecciones de biología y su bondad, pero sobre todo, por dejarme ser la otra mujer en la vida de Sharon.

El Dr. Charles Lockwood, nuestro notable asesor médico, por tu consejo conciso y certero, tu atención meticulosa a todo detalle (médico y otro), y tu evidente compasión por las mamás y los bebés. Realmente es increíble todo lo que sabes y lo que haces (me agota sencillamente leer tu hoja de vida), y cuánto te preocupas.

Steven Petrow (MG), Mike Keriakos, Ben Wolin, Jim Curtis (CSOB), Sarah Hutter y todos mis maravillosos amigos y colaboradores en Waterfront Media, por convertir en realidad nuestra visión de whattoexpect.com y What to Expect. Gracias, también, a la sorprendente comunidad de mamis, no solamente por hacer de nuestro sitio web el lugar especial que es, sino también por compartir conmigo todos los días sus vientres, bebés e infantes.

Los otros dos compañeros de mi vida (una chica puede malacostumbrarse): Marc Chamlin, por tu ojo de águila en cuestiones legales, tu sagacidad comercial, tu apoyo y amistad inagotable; y Allan Nevis, por tu dirección magistral, tu tacto fenomenal, y tu paciencia, persistencia y apoyo sin límites.

Jennifer Geddes y Fran Kritz, por ayudarnos a corregir nuestros datos (¡revisar, revisar, revisar!) Dra. Jessica Wu, por tu impecable consejo sobre el cuidado de la piel durante el embarazo, y el Dr. Howie Mandel, por ser tolerante frente a las preguntas de What to Expect que le hago en cada edición. Y siempre, a la permanente fuente de inspiración Lisa Bernstein, directora ejecutiva de la Fundación What to Expect, por concretar milagros (milagros hechos y derechos), y a Zoe, “Oh, ese Teddy”, y Dan Dubno.

A Erik, mi compañero en todo lo que hago, siempre y para siempre, por todos los motivos enumerados antes, y más de los que puedo enumerar. No hay nadie más con quien preferiría mezclar negocios y placer. Y te amo por siempre. Y hablando de amor, a mi orgullo y alegría (no digo quién es quién), Emma (la bebé que dio origen a todo) y Wyatt (el bebé que le siguió). Los amo, chicos. Me han hecho una mamá afortunada.

El adorable Howard Eisenberg, padre y amigo (no necesariamente en ese orden); Victor Shargai (y John Aniello) por vuestro amor y apoyo, y a los mejores suegros del mundo, Abby y Norman Murkoff. Y a Rachel, Ethan y Liz, los tres fantásticos de Sandee, y a Tim, su Número Uno.

A ACOG, por ser promotores de mujeres y bebés, y a todos los médicos, parteras, enfermeras y practicantes de enfermería que trabajan día a día para permitir embarazos más seguros y felices para las familias en la dulce espera. Y sobre todo, a todas las mamás expectantes, primerizas y veteranas (y los papás) que han contribuido a hacer que cada edición de Qué Puedes Esperar Cuando Estás Esperando fuese mejor que la anterior. Lo he dicho antes y lo repito: los padres y madres son mi más valioso recurso, de modo que ¡sigan enviando sus tarjetas, cartas y correos electrónicos!

Una y otra vez gracias, a todos… ¡y que se cumplan sus mejores expectativas!




PARTE 1
Empecemos por el Principio




CAPÍTULO 1
Antes de Concebir

¿ASÍ QUE HAS DECIDIDO EMPEZAR a formar una familia (o aumentar la que ya tienes)? Ése es un excelente y emocionante primer paso. Pero antes de que el esperma fecunde al óvulo y creen al bebé de tus sueños, aprovecha este periodo previo para prepararte a tener el más saludable embarazo –y bebé– posible. Los próximos pasos enumerados en este capítulo te ayudarán a ti (y al futuro papá) a prepararte a fondo, a ponerte al día en lo que necesitas saber sobre la concepción y a iniciar con luz verde la travesía del embarazo.

Si no quedas embarazada inmediatamente, tranquilízate y sigue tratando (¡no te olvides de seguir divirtiéndote mientras lo intentas!). Y si ya estás embarazada –y no tuviste la oportunidad de seguir estos pasos– no te preocupes. A veces la concepción toma por sorpresa a la pareja, reduciendo el período de preconcepción y haciendo irrelevantes estos consejos. Si la prueba del embarazo ya te ha dado la buena noticia, sencillamente empieza a leer este libro en el Capítulo 2 y sácale el mayor provecho al proceso que tienes por delante.

Preparación para las Futuras Mamás

¿Estás lista para recibir a ese adorable pequeño pasajero en el arca materna? He aquí algunos consejos que puedes seguir para asegurarte de que el barco llegue a buen puerto.

Hazte una revisión antes de concebir.

Si todavía no has elegido a un doctor (aunque es el momento perfecto para hacerlo; mira la página opuesta), sería buena idea que visitaras a tu ginecólogo regular o médico familiar para someterte a una exhaustiva revisión médica. Un examen detectará cualquier problema que requiera ser corregido antes o que necesite ser observado durante el embarazo. Además, tu médico podrá guiarte sobre los medicamentos que puedan interferir con la concepción o el embarazo, asegurarse de que tus vacunas estén al día y aconsejarte sobre tu peso, tu dieta, bebidas y otros hábitos de tu estilo de vida, además de todo asunto relativo a la preconcepción.

Sal a la búsqueda de un ginecólogo.

Es más fácil empezar a buscar un ginecólogo o una partera ahora, cuando todavía no está corriendo el reloj, que cuando se te viene encima el primer control prenatal. Si decides quedarte con tu ginecólogo regular, ya has dado un paso adelante. De no ser así, pregunta, averigua y tómate tu tiempo para escoger al profesional que más te convenga (ve a la página 22 para consejos sobre su elección). Y entonces fija una cita y un examen previo al embarazo.

Sonríele al dentista.

¿Sabías que una visita al dentista antes de quedar embarazada es casi tan importante como la visita al médico? Eso se debe a que tu futuro embarazo puede afectar tu boca y viceversa. Las hormonas del embarazo pueden agravar los problemas de encías y dientes y estropear una boca que no ha recibido el cuidado suficiente. Además, las investigaciones demuestran que la enfermedad de las encías puede estar vinculada con algunas complicaciones del embarazo. Por eso, antes de ponerte a trabajar para traer un bebé al mundo, visita a tu dentista hasta que tu boca esté en forma. Eso incluye trabajos de cirugía dental, tapaduras y radiografías, realizados antes y no durante el embarazo.

Investiga tu árbol genealógico.

Revisa el historial médico de ambas ramas del árbol familiar (la tuya y la de tu pareja). Es sumamente importante detectar si existen antecedentes de problemas médicos y trastornos genéticos o de cromosomas como el síndrome de Down, la enfermedad de Tay-Sachs, la anemia de célula falciforme, talasemia, hemofilia, fibrosis cística, distrofia muscular o síndrome del cromosoma X frágil.

Toma en cuenta tus propios antecedentes.

Si has tenido un embarazo con complicaciones o que haya terminado en un alumbramiento prematuro o en una pérdida tardía, o si has tenido múltiples abortos espontáneos, pregúntale a tu médico qué medidas tomar para evitar que estas complicaciones se repitan.

Hazte una prueba genética si la necesitas.

Pregúntale a tu médico si necesitas hacerte un examen por enfermedades genéticas frecuentes en tu grupo étnico: fibrosis quística, si alguno de los dos es caucásico; Tay-Sachs, si hay ascendencia judía europea (Ashkenazi), canadiense francés o cajún de Luisiana; célula falciforme, si son de origen africano; algún tipo de talasemia, si son de ascendencia griega, italiana, filipina o del sudeste asiático.

Dificultades previas (como dos o más abortos espontáneos, si el bebé nació sin vida o un niño con defectos de nacimiento), o estar casada con un primo u otro familiar de sangre también son motivos para buscar asesoramiento genético.

Examínate.

Mientras consultas con todos tus médicos y revisas tus antecedentes clínicos, pregunta si puedes adelantar algunos de los exámenes y estudios clínicos a que se somete toda mujer embarazada. Por lo general, se trata de exámenes sencillos, como los de sangre, y sirven para detectar:


CAPÍTULO 2
¿Estás Embarazada
?

QUIZÁS TU PERÍODO SE HA atrasado un solo día o ya han pasado tres semanas. O a lo mejor todavía no es el momento de que llegue, pero tienes una sensación en el estómago (específicamente en la barriga) de que algo se está cocinando… ¡como un nuevo panecillo en el horno! Quizás la única señal que te ha dado tu cuerpo hasta ahora es ese período atrasado. O ya has desarrollado todos los síntomas de la concepción. A lo mejor lo has estado intentando durante seis meses o más. O quizás esa noche apasionada de hace dos semanas fue tu primer encuentro sin anticonceptivos. O tal vez no has estado intentando activamente para nada. Sean cuales sean las circunstancias que te han traído hasta este libro, te estarás preguntando: ¿estoy embarazada? Bueno, lee para averiguarlo.

Lo que Podrías Estar Preguntándote

Primeros Síntomas del Embarazo

Una amiga me dijo que sabía que estaba embarazada aun antes de hacerse un examen. ¿Hay algún modo de saber si estoy embarazada tan pronto?”

La única manera de estar absolutamente segura de que estás embarazada -al menos tan pronto- es a través de un examen de embarazo. Pero eso no significa que tu organismo no te esté dando señales de que estás a punto de convertirte en mamá. De hecho, es posible que te esté dando algunas pistas. Aunque muchas mujeres nunca sienten síntomas prematuros de embarazo (o no los sienten hasta semanas de iniciado), otras captan ciertos indicios de que hay un bebé en gestación. Experimentar alguno de los siguientes síntomas o advertir ciertas pistas podría ser el pretexto perfecto que necesitas para ir corriendo a la tienda en busca de un test de embarazo:

Senos y pezones sensibles.

¿Reconoces esa sensibilidad dolorosa en los senos antes de que llegue tu período? Eso no es nada comparado con la que podrías sentir después de la concepción. Los senos delicados, llenos, hinchados, con sensación de hormigueo, sensibles y dolorosos al tacto son algunas de las primeras señales que muchas mujeres (aunque no todas) advierten luego del encuentro del esperma con el óvulo. Esa sensibilidad puede comenzar pocos días después de la concepción (aunque comúnmente se afianza semanas después), y mientras avanza tu embarazo, podría pronunciarse aún más. Digamos mucho más.

Aréolas oscurecidas.

No sólo puedes tener sensibles los senos, sino también tus aréolas (el círculo que rodea el pezón) podrían estar cambiando de color. Es perfectamente normal que adquieran un tinte más oscuro durante el embarazo e, incluso, que aumenten algo de diámetro en las semanas posteriores a la concepción. Por éstos y otros cambios de coloración en la piel puedes agradecer a las hormonas del embarazo que están en plena ebullición (hablaremos mucho más sobre estas hormonas en los próximos meses).

¿Piel de gallina?

Bueno, no exactamente, pero al comienzo del embarazo podrías notar un aumento y alargamiento en los diminutos bultos de las aréolas (llamados tubérculos de Montgomery), que no habías notado antes. Aunque dan la sensación de piel de gallina, en realidad son glándulas sebáceas que lubrican tus pezones y aréolas; lubricación que, por cierto, será muy útil cuando tu bebé succione tus pezones si lo amamantas. Otra señal de que tu organismo está planificando con tiempo.

Sangrado ligero.

Algunas mujeres (aunque por cierto no todas) experimentan un sangrado ligero cuando el embrión se implanta en el útero. Ese sangrado de implantación, como lo llaman, probablemente ocurrirá antes del día en que debería llegar tu flujo mensual (usualmente alrededor de cinco a diez días después de la concepción) y probablemente tendrá una ligera o mediana coloración rosada (rara vez roja, como la del período).

Frecuencia urinaria.

¿Estás visitando el inodoro varias veces al día últimamente? Al inicio del embarazo (por lo general de dos a tres semanas después de la concepción) podrías tener la necesidad de orinar con mucha mayor frecuencia. ¿Te preguntas por qué? Consulta la página 146 para conocer los motivos.

Fatiga.

Fatiga extrema. O mejor dicho agotamiento. Completa falta de energía. Pereza total. Como quiera que la llames, ¡es una lata! Y a medida que tu cuerpo empieza a movilizar los engranajes de la máquina fabricante de bebés, se agotará aún más. Consulta la página 138 para saber por qué.

Náusea.

He aquí otro motivo por el que podrías considerar mudarte al baño, al menos hasta que termine el primer trimestre. La náusea y los vómitos -en lo que también se conoce como “malestar matutino” (morning sickness)… ¡si sólo se limitara a la mañana!- pueden afectar a la embarazada tan pronto después de la concepción, aunque hay mayor probabilidad de que comiencen alrededor de la sexta semana. Para conocer las causas, consulta la página 140.

Sensibilidad al olor.

La extrema sensibilidad del olfato es uno de los primeros cambios que experimentan algunas recién embarazadas, por lo tanto si tu nariz se vuelve más sensible y se ofende fácilmente, es posible que esté oliendo el embarazo.

Hinchazón.

¿Te sientes como si fueras un flotador ambulante? Esa sensación podría aparecer y desaparecer al comienzo del embarazo, aunque podría ser difícil diferenciar entre la hinchazón previa al período y la del embarazo. Es demasiado pronto como para atribuir la hinchazón al crecimiento de tu bebé, pero una vez más le puedes pasar la cuenta a las hormonas.

Alza de temperatura.

De la temperatura basal. Si has estado controlando tu temperatura matinal con un termómetro especial de temperatura basal, podrías notar que ésta sube alrededor de un grado cuando concibes -y continuará elevada durante todo tu embarazo. Aunque no es una prueba segura (es posible que tu temperatura suba por otros motivos), podría anticiparte una gran noticia, aunque todavía de tamaño muy pequeñito.

Atraso.

Es posible que esté revelando lo evidente, pero si no has tenido un período (especialmente si tus períodos funcionan como reloj) podrías sospechar ya de un embarazo, aun antes de que un examen lo confirme.

El Diagnóstico del Embarazo

“¿Cómo puedo saber con seguridad si estoy embarazada o no?”

Aparte de ese sistema notable de diagnóstico que es la intuición femenina (algunas mujeres “sienten” que están embarazadas momentos después de la concepción), la ciencia médica moderna sigue siendo la mejor arma para diagnosticar un embarazo con precisión. Por suerte, en estos días hay muchos medios para descubrir con certeza que llevas un bebé a bordo:

El test de embarazo en casa.

Es tan fácil como hacer pipí, y puedes hacerlo en la privacidad y comodidad de tu propio baño. Las pruebas caseras del embarazo (home pregnancy test, HPT en inglés) son rápidas y confiables e, incluso, puedes usar algunas marcas antes de un atraso en tu período (aunque la precisión mejora a medida que te acercas al día de tu menstruación).

Todos los exámenes que puedes hacer en casa miden los niveles urinarios de la gonadotropina coriónica (hCG, por sus siglas en inglés), una hormona del embarazo producida por la placenta. La hCG entra en el flujo sanguíneo y la orina luego de que el embrión empieza a implantarse en el útero, entre 6 y 12 días después de la fertilización. En cuanto se detecte hCG en tu orina, podrás (teóricamente) obtener una lectura positiva. Pero hay un límite en qué tan rápido pueden arrojar un resultado: son sensibles, pero no siempre demasiado. Una semana después de concebir tendrás hCG en tu orina, pero no lo suficiente como para que la prueba la detecte, lo que significa que si te haces la prueba siete días antes del momento en que esperas el período, probablemente obtendrás un resultado negativo aunque estés embarazada.

¿No puedes esperar el momento de orinar en esa cinta reactiva? Algunas pruebas prometen un 60% de precisión cuatro días antes del momento en que esperas el período. ¿No eres de las que apuestan? Espera hasta el día en que tu período debiera llegar y tendrás un 90% de probabilidad de obtener un resultado correcto. Si lo intentas una semana después, el porcentaje ascenderá al 97%. La buena noticia de estas pruebas es que un resultado positivo tiene más probabilidad de ser correcto que un resultado negativo. Es decir, si el test dio positivo, tú también podrás estarlo. Otra buena noticia: como las HPT dan un diagnóstico preciso tempranamente en el embarazo –probablemente antes de que considerarías consultar a un médico o una partera– te ofrecen la oportunidad de empezar a cuidarte lo mejor posible días después de la concepción. De todos modos, es esencial consultar a un médico después de la prueba. Si el resultado es positivo, confírmalo con un análisis de sangre y un control prenatal completo.

El análisis de sangre.

El más sofisticado examen de sangre para el embarazo puede detectarlo con una precisión del 100% tan solo una semana después de la concepción (a menos que haya un error de laboratorio), usando apenas unas gotas de sangre. También puede ayudar a fechar el embarazo midiendo la cantidad exacta de hCG en la sangre, ya que éstos varían a medida que avanza el embarazo (consulta la página 151 para conocer más detalles sobre los niveles de hCG). Muchos médicos ordenan tanto análisis de orina como de sangre, para asegurarse del diagnóstico por partida doble.

El examen médico.

Con los test caseros y los análisis de sangre precisos, el examen médico –que busca detectar las señales físicas del embarazo como alargamiento del útero, cambios de coloración en la vagina y el cuello del útero, y un cambio en la textura de este último– es casi innecesario para confirmar el diagnóstico de un embarazo. Sin embargo, no lo es someterte a ese primer examen y comenzar el cuidado prenatal regular (consulta la página 21).

Una Línea Tenue

Cuando me hice un test de embarazo en mi casa, me mostró una línea muy tenue. ¿Estaré embarazada?”

El único modo de que una prueba de embarazo arroje un resultado positivo es si tu organismo tiene un nivel detectable de hCG (más precisamente en la orina). Y la única manera de que el hCG pueda circular por tu cuerpo es si estás embarazada. Eso significa que si tu examen muestra una línea, no importa lo tenue que sea, estás embarazada.

El hecho de que aparezca una línea tenue en vez de la línea firme e inequívoca que esperabas, tiene mucho que ver con el tipo de examen que hayas usado (algunos son mucho más sensibles que otros) y con la etapa en la que está tu embarazo (los niveles de hCG aumentan día a día, por lo tanto si te examinas demasiado pronto, habrá muy poquito hCG que registrar).

Genre:

On Sale
Mar 15, 2010
Page Count
704 pages
ISBN-13
9780761162032

Heidi Murkoff

Heidi Murkoff

About the Author

Heidi Murkoff is the author of the world’s bestselling What to Expect® series of pregnancy and parenting books, with over 43 million copies in print in 44 languages.  She is also the creator of WhatToExpect.com and the WhatToExpect app, a community of 20 million parents, and the face of the app’s week-by-week pregnancy and first year videos. Using the power of the WTE platforms, Heidi works closely with the CDC, HHS, AAP and other public health organizations to share vital messages about maternal and infant health and safety. Her passionate commitment to the wellbeing of all moms and babies led her to found the What to Expect Project (WTEP), a nonprofit organization dedicated to ensuring that every mom receives the empowering information and nurturing support she needs to deliver a healthy pregnancy, safe delivery, and healthy future to herself and the baby she loves. Along with the WTEP, Heidi advocates actively in Congress for legislation and policies supporting expecting and new moms and families, including military families. Since 2013, she has hosted close to 300 Special Delivery baby showers for tens of thousands of military moms and dads serving far from family and friends at bases around the world. In 2022, she and her husband Erik received the Elizabeth and Zachary Fisher Distinguished Civilian Humanitarian Award for their support of military families.

Visit Heidi on Facebook, Twitter and Instagram @HeidiMurkoff and @WhattoExpect.
 
 

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